- La trona va a ser un elemento súper práctico. En el momento en que tu peque ya se siente solo, podrás empezar a darle de comer en su trona, en la cocina o contigo en el salón, donde te resulte más cómodo (ojo, es peligroso acostumbrarles a ponerles los dibujos cada vez que come, porque llegará un momento que no quiera comer sin alguna distracción!). La trona es comodísima porque le puedes tener sentadito con tranquilidad mientras te ve hacerle la comida, puede estar jugando con él a la vez... un inventazo!
- Trona portátil: venden unas muy cómodas, las llevas contigo como si fueran una bolsa y se atan a las sillas, son prácticas! aunque cuenta con que en la mayor parte de restaurantes tienen tronas para bebés.
- Sillita pequeña de plástico para la bañera: También son muy prácticas: tienen ventosas para quedarse enganchadas a la bañera, suelen ser circulares y tienen un asientito para que tu peque disfrute del baño sentadito, están genial!.
- Renovar los juguetes: verás que los bebés se terminan cansando con cierta facilidad de los juguetes. Como necesitan estímulo constante, yo lo que hacía era: cada vez que le compraba un juguete nuevo, le guardaba uno antiguo, y al cabo de los días, cuando veía que ya le hacía poco caso a otro, lo guardaba y le sacaba uno de los que le había guardado. Y así sucesivamente, porque si no ¡te pasas el día teníendole que comprar nuevos estímulos!. Ya verás que primero le llaman mucho la atención los colores, luego las texturas y después le encantan las luces y los sonidos (cuidado con los teléfonos móviles, serán la fascinación de tu peque!!!).
- Dibujos animados: antes o después verás que a tu peque le gusta mucho ver sus dibujos animados en la tele. Es muy conocida la serie de "Baby Mozart", les entretiene mucho y además están oyendo música clásica. Yo intento ponerla delante de la tele lo menos posible, porque ya su padre y yo somos muy teléfilos, voy a ser si consigo que esta pitufa no se pase el día con el ojo pegado a la tele!!! ;o).
POST SIN TERMINAR: IRÉ AÑADIENDO SEGÚN VAYA CRECIENDO MI PITUFILLA!
viernes, 5 de marzo de 2010
miércoles, 3 de marzo de 2010
Tu Bebé (de 5 a 12 meses) - El desarrollo en estos meses
Te darás cuenta que esta época es mágica. Tu peque ya interactúa muchísimo contigo, te reconoce y reconoce a la gente que está más cerca. Te provoca para que jueges con él, te hace saber claramente lo que le gusta y lo que no... es observador: cada ruido y cada movimiento le llaman la atención y se queda observando fijamente a la gente en la calle, los restaurantes...
Los gorgojeos de los primeros meses han pasado a ser sílabas que repite todo el rato: "ta, ta, ta, ta" o algo similar... ya maneja sus manos a la perfección, se alarga para coger lo que le interesa, lo pasa de una mano a la otra, le da la vuelta... y toooooooodo se lo mete en la boca (cuidado con los mandos de la tele, son los favoritos de los niños!!!).
Ya ha pasado de tomar sólo leche a una alimentación de lo más variada: verduras de todo tipo, pollo, ternera, pescado, gluten, frutas... a mí me encanta darle a probar de *casi* todo -evidentemente en cantidades simbólicas-: si yo tomo una de esas lasañas espectaculares que hace mi madre, le doy a probar un poco de bechamel... o si me tomo un nesquik, le dejo beber un poco!! creo que así desarrollará curiosidad por nuevos sabores y no se negará en rotundo cuando le vaya dando cosas nuevas... (aunque esto hay que hacerlo con mucho cuidado).
En esta época ya verás que tu peque tiene mucho más control sobre su cuerpo, pero todos los pediatras recomiendan que no se fuerce nunca a un bebé a hacer algo que no está preparado aún: si le sentamos y se le hunde su columna, se vence hacia adelante y no se queda recto, entonces es que no está aún preparado para sentarse. Del mismo modo, si le pones de pie y ves que aprieta sus deditos o se pone de puntillas en vez de apoyar toda la planta, aún no está preparado para ponerse de pie.
Pero en en algún momento a partir del 6º - 7º mes(a veces antes, a veces después... no hay una regla fija y no significa nada malo ni bueno!), se quedará sentadito con tu mano detrás, y le va a encantar esa postura, desde la que puede ver muuuuchas más cosas que tumbado en el suelo!.
Una vez que tu peque se siente también podrás hacer otro cambio: ponerle un asientito de plástico en la bañera para que se pueda mantener solo sin sujetarle tú... verás cómo le gusta!!!! podrás hacer el baño más largo, con espumita -que le encantará-, unos patitos de goma, echándole agua por encima con la ducha suavemente... le va a estimular mucho y seguro que le gusta!.
Pero sigue siendo muy importante que pase la mayor parte del tiempo en el suelo, y conviene que le sigas poniendo boca abajo a ratitos, de esa manera tendrá posibilidad de empezar a gatear (alrededor del 8º mes). Aunque hay muchos bebés que no gatean (mi peque ya tiene ocho meses y dice que nanay! que se está mucho mejor en el sofá sentadita al lado de mamá, que estar en el suelo es un rollo... =(, es muy bueno que lo hagan: hace que se pongan en funcionamiento los dos lados del cerebro coordinados, tendrán mejor coordinación espacial... y además sus piernitas serán más fuertes para cuando empiecen a andar.
También hacia el 9º mes es posible que tu peque se pueda quedar de pie agarrado a una mesa o el sofá, pero de nuevo, no lo fuerces hasta que no veas que realmente está cómodo haciéndolo.
Una vez que se queda sentadito con la espalda recta cómodamente, podrás empezar a sentarle en la trona (hacia el 8º mes), lo cual va a ser muy cómodo para darle de comer, ya verás!!! pasará a ser un elemento fundamental en la casa.
A partir del 4º - 5º mes es divertido que juegues con él al "cucú-tras", tanto escondiéndote tú como escondiendo juguetes. De ese modo empieza a darse cuenta que las cosas no desaparecen por no verlas, especialmente su mamá!.
POST SIN TERMINAR - IRÉ AVANZANDO SEGÚN MI PEQUE VAYA CUMPLIENDO MESES!!! ;OD
Los gorgojeos de los primeros meses han pasado a ser sílabas que repite todo el rato: "ta, ta, ta, ta" o algo similar... ya maneja sus manos a la perfección, se alarga para coger lo que le interesa, lo pasa de una mano a la otra, le da la vuelta... y toooooooodo se lo mete en la boca (cuidado con los mandos de la tele, son los favoritos de los niños!!!).
Ya ha pasado de tomar sólo leche a una alimentación de lo más variada: verduras de todo tipo, pollo, ternera, pescado, gluten, frutas... a mí me encanta darle a probar de *casi* todo -evidentemente en cantidades simbólicas-: si yo tomo una de esas lasañas espectaculares que hace mi madre, le doy a probar un poco de bechamel... o si me tomo un nesquik, le dejo beber un poco!! creo que así desarrollará curiosidad por nuevos sabores y no se negará en rotundo cuando le vaya dando cosas nuevas... (aunque esto hay que hacerlo con mucho cuidado).
En esta época ya verás que tu peque tiene mucho más control sobre su cuerpo, pero todos los pediatras recomiendan que no se fuerce nunca a un bebé a hacer algo que no está preparado aún: si le sentamos y se le hunde su columna, se vence hacia adelante y no se queda recto, entonces es que no está aún preparado para sentarse. Del mismo modo, si le pones de pie y ves que aprieta sus deditos o se pone de puntillas en vez de apoyar toda la planta, aún no está preparado para ponerse de pie.
Pero en en algún momento a partir del 6º - 7º mes(a veces antes, a veces después... no hay una regla fija y no significa nada malo ni bueno!), se quedará sentadito con tu mano detrás, y le va a encantar esa postura, desde la que puede ver muuuuchas más cosas que tumbado en el suelo!.
Una vez que tu peque se siente también podrás hacer otro cambio: ponerle un asientito de plástico en la bañera para que se pueda mantener solo sin sujetarle tú... verás cómo le gusta!!!! podrás hacer el baño más largo, con espumita -que le encantará-, unos patitos de goma, echándole agua por encima con la ducha suavemente... le va a estimular mucho y seguro que le gusta!.
Pero sigue siendo muy importante que pase la mayor parte del tiempo en el suelo, y conviene que le sigas poniendo boca abajo a ratitos, de esa manera tendrá posibilidad de empezar a gatear (alrededor del 8º mes). Aunque hay muchos bebés que no gatean (mi peque ya tiene ocho meses y dice que nanay! que se está mucho mejor en el sofá sentadita al lado de mamá, que estar en el suelo es un rollo... =(, es muy bueno que lo hagan: hace que se pongan en funcionamiento los dos lados del cerebro coordinados, tendrán mejor coordinación espacial... y además sus piernitas serán más fuertes para cuando empiecen a andar.
También hacia el 9º mes es posible que tu peque se pueda quedar de pie agarrado a una mesa o el sofá, pero de nuevo, no lo fuerces hasta que no veas que realmente está cómodo haciéndolo.
Una vez que se queda sentadito con la espalda recta cómodamente, podrás empezar a sentarle en la trona (hacia el 8º mes), lo cual va a ser muy cómodo para darle de comer, ya verás!!! pasará a ser un elemento fundamental en la casa.
A partir del 4º - 5º mes es divertido que juegues con él al "cucú-tras", tanto escondiéndote tú como escondiendo juguetes. De ese modo empieza a darse cuenta que las cosas no desaparecen por no verlas, especialmente su mamá!.
POST SIN TERMINAR - IRÉ AVANZANDO SEGÚN MI PEQUE VAYA CUMPLIENDO MESES!!! ;OD
martes, 2 de marzo de 2010
Tu Bebé (de 5 a 12 meses) - La papilla de frutas
El caballo de batalla con los bebés es: la papilla de frutas. Salvo honrosas excepciones, a la mayor parte de los bebés al principio NO LES GUSTA.
Un buen día, cuando vayas a la revisión de los cuatro meses aproximadamente, tu pediatra dirá las palabras mágicas: hay que empezar a darle fruta. En mi caso, mi pediatra fue de lo más radical: "empieza a darle cucharadas de zumo de naranja". Me pareció rarísimo pasar de la leche a algo tan ácido como el zumo de naranja (y eso que mi pediatra no es nada exagerado y me dijo que si el zumo estaba muy ácido, que le podía poner un poco de azúcar glass para endulzarlo)... pero seguí las instrucciones, por supuesto. El mes que estuve intentado el zumo de naranja... fue un calvario. Conseguí que tomara alguna cucharada, pero la mayoría acababan en mi ropa, porque la muy pillina aprendió a hacer pedorretas y se dió cuenta que así conseguía que no entrara nada en la boca!!! =D.
A las tres semanas, cuando volví a revisión, se lo conté al pediatra y me dijo: "pues a empezar con la papilla de frutas". Siguiente paso del calvario!!!.
Probablemente sea porque desarrollan antes el gusto por los sabores salados que por el dulce... pero además, porque les supone un cambio radical de lo único que conocen hasta ahora. Cambia la textura, la forma de comer, la temperatura, la postura... y qué decir del sabor. Pero el caso es que cuesta muchísimo que se acostumbren a la papilla de frutas.
Ya te voy avisando que habrá momentos MUY frustrantes... pero sigue día a día intentándolo, porque hay luz al final del túnel, y cuando menos te lo esperes, un buen día... se la tomará sin rechistar.
Yo he hecho todo tipo de pruebas. Las instrucciones del pediatra fueron: tritutar media manzana, media pera, medio plátano y el zumo de una naranja, todo ello crudo, y después pasado para asegurar una textura muy fina. El primer día lo hice con todas las frutas (aunque teóricamente hay que ir una por una, pero el pediatra me dijo que lo podía intentar con todas a la vez, y me lancé). No hubo manera. O sea que a partir de ese día, probé:
- A darle las frutas de una en una.
- A mezclarle las frutas de dos en dos.
- A ponerle una base de leche (60ml.) a las frutas trituradas (para que le supiera menos a fruta).
- A añadirle agua para hacerlo más líquido y dárselo en el biberón (con la tetina L).
- A cocerle la fruta.
- A probar con hasta cuatro tipo de cucharas distintas.
- A no colárselo por si prefería la textura más gruesa.
- A hacerle todo tipo de cánticos y bailes para entretenerla y que no se diera tanta cuenta.
- A ponerle los dibujos en la tele.
Pero nada resultó. Hasta que un día se lo dió mi madre y lo tomó mucho mejor. Ahí ví la luz, me acordé que siempre he oido decir que con quien peor comen los niños es con sus madres... o sea que me armé de paciencia, seguí dándoselo aunque intentaba que más gente se lo diera también, su padre, mi madre... Hasta que un buen día conseguí que comiera casi la mitad, otro día 3/4 partes...
Pero no es por desanimar: lo he conseguido ahora, que mi pitufa tiene siete meses, o sea que han sido tres meses de calvario!!!.
Otra cosa que intenté fueron los potitos de farmacia. Le compré los de frutas variadas de Nestlé, y me dí cuenta que los comía un poco mejor, y al probarlos (me supieron malísimos) noté que no son tan dulces como la fruta que le haces en casa, o sea que puede que por eso se los tomen mejor. No pasa nada por darle de vez en cuando potitos, pero es mejor que se acostumbren a tomar la fruta natural recién hecha por ti en casa. Ten en cuenta un detalle: las frutas, pasadas unas 4 horas, se han oxidado por el efecto del aire y pierden sus propiedades. O sea que cuando le prepares la papilla, asegúrate que se la das antes de que pasen esas cuatro horas, y lo que sobre, lo tiras.
Una recomendación: La manchas de fruta son dificilísimas de quitar, o sea que te recomiendo que te hagas con un buen babero -los hay incluso que son como una camisa que se abrocha por detrás, de plástico-, y que todo lo que se manche con la papilla -los baberos de tela incluídos-, lo limpies inmediatamente después, al menos poner en remojo porque luego no hay quien quite las manchas!!
Un buen día, cuando vayas a la revisión de los cuatro meses aproximadamente, tu pediatra dirá las palabras mágicas: hay que empezar a darle fruta. En mi caso, mi pediatra fue de lo más radical: "empieza a darle cucharadas de zumo de naranja". Me pareció rarísimo pasar de la leche a algo tan ácido como el zumo de naranja (y eso que mi pediatra no es nada exagerado y me dijo que si el zumo estaba muy ácido, que le podía poner un poco de azúcar glass para endulzarlo)... pero seguí las instrucciones, por supuesto. El mes que estuve intentado el zumo de naranja... fue un calvario. Conseguí que tomara alguna cucharada, pero la mayoría acababan en mi ropa, porque la muy pillina aprendió a hacer pedorretas y se dió cuenta que así conseguía que no entrara nada en la boca!!! =D.
A las tres semanas, cuando volví a revisión, se lo conté al pediatra y me dijo: "pues a empezar con la papilla de frutas". Siguiente paso del calvario!!!.
Probablemente sea porque desarrollan antes el gusto por los sabores salados que por el dulce... pero además, porque les supone un cambio radical de lo único que conocen hasta ahora. Cambia la textura, la forma de comer, la temperatura, la postura... y qué decir del sabor. Pero el caso es que cuesta muchísimo que se acostumbren a la papilla de frutas.
Ya te voy avisando que habrá momentos MUY frustrantes... pero sigue día a día intentándolo, porque hay luz al final del túnel, y cuando menos te lo esperes, un buen día... se la tomará sin rechistar.
Yo he hecho todo tipo de pruebas. Las instrucciones del pediatra fueron: tritutar media manzana, media pera, medio plátano y el zumo de una naranja, todo ello crudo, y después pasado para asegurar una textura muy fina. El primer día lo hice con todas las frutas (aunque teóricamente hay que ir una por una, pero el pediatra me dijo que lo podía intentar con todas a la vez, y me lancé). No hubo manera. O sea que a partir de ese día, probé:
- A darle las frutas de una en una.
- A mezclarle las frutas de dos en dos.
- A ponerle una base de leche (60ml.) a las frutas trituradas (para que le supiera menos a fruta).
- A añadirle agua para hacerlo más líquido y dárselo en el biberón (con la tetina L).
- A cocerle la fruta.
- A probar con hasta cuatro tipo de cucharas distintas.
- A no colárselo por si prefería la textura más gruesa.
- A hacerle todo tipo de cánticos y bailes para entretenerla y que no se diera tanta cuenta.
- A ponerle los dibujos en la tele.
Pero nada resultó. Hasta que un día se lo dió mi madre y lo tomó mucho mejor. Ahí ví la luz, me acordé que siempre he oido decir que con quien peor comen los niños es con sus madres... o sea que me armé de paciencia, seguí dándoselo aunque intentaba que más gente se lo diera también, su padre, mi madre... Hasta que un buen día conseguí que comiera casi la mitad, otro día 3/4 partes...
Pero no es por desanimar: lo he conseguido ahora, que mi pitufa tiene siete meses, o sea que han sido tres meses de calvario!!!.
Otra cosa que intenté fueron los potitos de farmacia. Le compré los de frutas variadas de Nestlé, y me dí cuenta que los comía un poco mejor, y al probarlos (me supieron malísimos) noté que no son tan dulces como la fruta que le haces en casa, o sea que puede que por eso se los tomen mejor. No pasa nada por darle de vez en cuando potitos, pero es mejor que se acostumbren a tomar la fruta natural recién hecha por ti en casa. Ten en cuenta un detalle: las frutas, pasadas unas 4 horas, se han oxidado por el efecto del aire y pierden sus propiedades. O sea que cuando le prepares la papilla, asegúrate que se la das antes de que pasen esas cuatro horas, y lo que sobre, lo tiras.
Una recomendación: La manchas de fruta son dificilísimas de quitar, o sea que te recomiendo que te hagas con un buen babero -los hay incluso que son como una camisa que se abrocha por detrás, de plástico-, y que todo lo que se manche con la papilla -los baberos de tela incluídos-, lo limpies inmediatamente después, al menos poner en remojo porque luego no hay quien quite las manchas!!
jueves, 25 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - El baño
El momento del baño puede ser un poco asustante al principio, pero verás como se vuelve un momento muy especial del día.
Para empezar, ten en cuenta que la función del baño no es estrictamente higiénica, sino para estimular a tu bebé, que mueva libremente brazos y piernas -para ir perdiendo la hipertonía- y para que juegue. El agua le facilita los movimientos y le recuerda al medio en el que se movía los nueve primeros meses que estaba dentro de ti, por lo que seguramente le resultará muy placentero.
Hay que hacer del momento del baño algo especial, un momento íntimo en familia, y es recomendable que, al menos los primeros meses de vida, sean los padres quienes compartan siempre ese momento con el bebé. De este modo tu pequeño sentirá la tranquilidad y la seguridad de tener la mano de papá o mamá sujetándole con fimeza, y eso es importante.
Conviene buscar una bañera que tenga el fondo totalmente liso, el agua debe estar a una temperatura de 37ºC, y te recomiendo que la bañera no la pongáis en la habitación porque en cuanto tu peque se quiera empezar a mover en la bañera, chapoteará y saltará el agua fuera, o sea que es mejor que sea en un cuarto de baño y no cohibir sus movimientos.
En invierno, lo ideal es que el cuarto de baño esté calentito cuando le vayáis a desnudar para bañarle, y al introducirle en el agua, hay que hacerlo despacio, y dejar para el final del baño la cabecita, ya que es por donde pierden más calor. Al principio no es necesario ni utilizar jabón; no le prepares baños de espuma porque para el recién nacido ya es suficiente estimulación el baño en sí, no queremos que se ponga más nervioso de lo necesario!. Puedes ponerle un poco de aceite de almendras naturales en el agua, que es hidratante.
Lo que tienes que asegurarte es que le limpias bien los plieguecitos de la piel (en las piernas, los brazos, y sobre todo el cuello), que lo puedes hacer bien suavemente con tus dedos o con una esponja, que debe ser natural. Y asegúrate que es distinta de la que usas para limpiarle el culete.
Al terminar el baño conviene ponerle una cremita hidratante, pregúntale a tu pediatra cuál le puede venir bien, y extiéndesela con un pequeño masaje, que además de hidratarle, le ayudará a ir relajando sus músculos y además el contacto con la piel de tu bebé es muy importante para él.
Dedicado a mi amiga Lucía: Una vez que tu peque ya no cabe en la bañera-cambiador o en la bañera de tijera -la que estés usando-, puedes:
- Comprar una bañera dura de plástico que metes dentro de la tuya (en Ikea las venden súper baratas), así usas menos agua y te puede resultar más "manejable". Problema: si tu peque aún no sujeta la cabeza, le tienes que seguir sujentando entero tú y te vas a dejar los riñones!!!!.
- Dentro de esa bañera de plástico, le puedes meter una hamaquita -ojo, vigila que te cabe de tamaño- que venden de tela (son baratas), en la que tu peque estará semi sentado y así, aúnque le tengas que seguir sujetando por precaución, al estar sentado ya no tienes que andar con tanto cuidado ni haciendo tanto esfuerzo. ¡Descanso para tus riñones!.
- Pasar directamente a tu bañera, en la que puedes meter la hamaquita que te acabo de describir para evitar el tema de los riñones.
Y en el momento en que tu peque ya se quede sentado con seguridad solito, te recomiendo el asiento de plástico -los hay con forma de aro, otros más alargados -yo compré el de aro-, en el que le dejas totalmente sentadito y ya tiene libertad para chapotear, jugar con sus patitos de goma... les encanta!!! Yo a mi peque empecé a bañarla así a los seis meses.
Para empezar, ten en cuenta que la función del baño no es estrictamente higiénica, sino para estimular a tu bebé, que mueva libremente brazos y piernas -para ir perdiendo la hipertonía- y para que juegue. El agua le facilita los movimientos y le recuerda al medio en el que se movía los nueve primeros meses que estaba dentro de ti, por lo que seguramente le resultará muy placentero.
Hay que hacer del momento del baño algo especial, un momento íntimo en familia, y es recomendable que, al menos los primeros meses de vida, sean los padres quienes compartan siempre ese momento con el bebé. De este modo tu pequeño sentirá la tranquilidad y la seguridad de tener la mano de papá o mamá sujetándole con fimeza, y eso es importante.
Conviene buscar una bañera que tenga el fondo totalmente liso, el agua debe estar a una temperatura de 37ºC, y te recomiendo que la bañera no la pongáis en la habitación porque en cuanto tu peque se quiera empezar a mover en la bañera, chapoteará y saltará el agua fuera, o sea que es mejor que sea en un cuarto de baño y no cohibir sus movimientos.
En invierno, lo ideal es que el cuarto de baño esté calentito cuando le vayáis a desnudar para bañarle, y al introducirle en el agua, hay que hacerlo despacio, y dejar para el final del baño la cabecita, ya que es por donde pierden más calor. Al principio no es necesario ni utilizar jabón; no le prepares baños de espuma porque para el recién nacido ya es suficiente estimulación el baño en sí, no queremos que se ponga más nervioso de lo necesario!. Puedes ponerle un poco de aceite de almendras naturales en el agua, que es hidratante.
Lo que tienes que asegurarte es que le limpias bien los plieguecitos de la piel (en las piernas, los brazos, y sobre todo el cuello), que lo puedes hacer bien suavemente con tus dedos o con una esponja, que debe ser natural. Y asegúrate que es distinta de la que usas para limpiarle el culete.
Al terminar el baño conviene ponerle una cremita hidratante, pregúntale a tu pediatra cuál le puede venir bien, y extiéndesela con un pequeño masaje, que además de hidratarle, le ayudará a ir relajando sus músculos y además el contacto con la piel de tu bebé es muy importante para él.
Dedicado a mi amiga Lucía: Una vez que tu peque ya no cabe en la bañera-cambiador o en la bañera de tijera -la que estés usando-, puedes:
- Comprar una bañera dura de plástico que metes dentro de la tuya (en Ikea las venden súper baratas), así usas menos agua y te puede resultar más "manejable". Problema: si tu peque aún no sujeta la cabeza, le tienes que seguir sujentando entero tú y te vas a dejar los riñones!!!!.
- Dentro de esa bañera de plástico, le puedes meter una hamaquita -ojo, vigila que te cabe de tamaño- que venden de tela (son baratas), en la que tu peque estará semi sentado y así, aúnque le tengas que seguir sujetando por precaución, al estar sentado ya no tienes que andar con tanto cuidado ni haciendo tanto esfuerzo. ¡Descanso para tus riñones!.
- Pasar directamente a tu bañera, en la que puedes meter la hamaquita que te acabo de describir para evitar el tema de los riñones.
Y en el momento en que tu peque ya se quede sentado con seguridad solito, te recomiendo el asiento de plástico -los hay con forma de aro, otros más alargados -yo compré el de aro-, en el que le dejas totalmente sentadito y ya tiene libertad para chapotear, jugar con sus patitos de goma... les encanta!!! Yo a mi peque empecé a bañarla así a los seis meses.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - Los cuidados de tu bebé
Tu bebé nacerá con los sentidos del olfato y el tacto más desarrollados que los demás, por eso te recomiendo que los primeros días de vida de tu peque no te pongas nada de colonia ni cremas que cambien el olor de tu piel, ya que será lo que primero reconozca en ti.
Las uñas: Hasta los diez días de vida aproximadamente no hay que cortarles las uñas. Hasta entonces conviene que le cubras las manitas, porque con esas uñas tan fina se hará pequeños cortes en la cara constantemente. Venden manoplas para recién nacidos que suele ser lo más cómodo - lo único malo es si tu bebé nace en pleno verano, que con el calor que hace da pena tenerles con las manos cubiertas!!!
Cuando vayas a cortarle las uñas debes hacerlo con unas tijeritas para bebés, son de punta redonda y evitarán que le puedas hacer daño.
La temperatura del bebé: Ya que en las primeras horas tu peque no tiene aún el recurso de regularse la temperatura él solito, deberás ayudarle tapándole un poco más de lo normal: si es invierno, ponle bodies de manga larga y pijamas de rizo gordo. Si es verano, ponle bodies de manga corta o sin mangas y pijamas de manga larga y que cubran los piececitos, pero de algodón más fino. La temperatura ideal de la habitación para el bebé es de 23 - 24ºC.
Te recomiendo que los bodies se los compres de abertura lateral, ya que los recién nacidos al tener tanta hipertonía es muy difícil estirarles los brazos para meterlos por las mangas. Ten en cuenta también que no les gusta nada que les pases cosas por la cabeza.
Si tiene fiebre: Hasta que el bebé cumpla tres meses, si en algún momento le sube la temperatura a 37,5ºC, tienes que llamar al pediatra. A partir de los tres meses, cuando le suba a 38,5ºC.
Debes tomarle la temperatura con un termómetro de punta flexible o con uno de infrarrojos (aunque esos son muy caros).
El paseo: Al bebé hay que pasearle todos los días, aunque haga mucho frío, porque necesitan renovar el aire. En caso de días muy fríos, le abrigas bien y le proteges contra el aire (las sillas suelen tener un protector de plástico), y no olviden nunca ponerle un gorro que le tape bien la cabecita (es por donde más calor pierden) y las orejas.
Las uñas: Hasta los diez días de vida aproximadamente no hay que cortarles las uñas. Hasta entonces conviene que le cubras las manitas, porque con esas uñas tan fina se hará pequeños cortes en la cara constantemente. Venden manoplas para recién nacidos que suele ser lo más cómodo - lo único malo es si tu bebé nace en pleno verano, que con el calor que hace da pena tenerles con las manos cubiertas!!!
Cuando vayas a cortarle las uñas debes hacerlo con unas tijeritas para bebés, son de punta redonda y evitarán que le puedas hacer daño.
La temperatura del bebé: Ya que en las primeras horas tu peque no tiene aún el recurso de regularse la temperatura él solito, deberás ayudarle tapándole un poco más de lo normal: si es invierno, ponle bodies de manga larga y pijamas de rizo gordo. Si es verano, ponle bodies de manga corta o sin mangas y pijamas de manga larga y que cubran los piececitos, pero de algodón más fino. La temperatura ideal de la habitación para el bebé es de 23 - 24ºC.
Te recomiendo que los bodies se los compres de abertura lateral, ya que los recién nacidos al tener tanta hipertonía es muy difícil estirarles los brazos para meterlos por las mangas. Ten en cuenta también que no les gusta nada que les pases cosas por la cabeza.
Si tiene fiebre: Hasta que el bebé cumpla tres meses, si en algún momento le sube la temperatura a 37,5ºC, tienes que llamar al pediatra. A partir de los tres meses, cuando le suba a 38,5ºC.
Debes tomarle la temperatura con un termómetro de punta flexible o con uno de infrarrojos (aunque esos son muy caros).
El paseo: Al bebé hay que pasearle todos los días, aunque haga mucho frío, porque necesitan renovar el aire. En caso de días muy fríos, le abrigas bien y le proteges contra el aire (las sillas suelen tener un protector de plástico), y no olviden nunca ponerle un gorro que le tape bien la cabecita (es por donde más calor pierden) y las orejas.
viernes, 19 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - Detalles variados sobre tu bebé
- El pelo definitivo sale como al año y medio. El color definitivo del pelo está en relación con el color de las cejas, o sea que si las tiene oscuras, aunque los primeros meses sea muy rubito, luego se le oscurecerá.
- Cuando el bebé esté despierto intenta que esté mirando al frente para terminar de redondear la forma de la cabeza.
- Al mes de vida el bebé tiene que poder girar la cabeza de una lado a otro con normalidad.
- La(s) fontanela(s) son unas separaciones que tienen los bebés entre los huecos del cráneo para, en primer lugar, permitir que su cabeza atraviese el canal del parto, y después, para que el cerebro pueda irse desarrollando. Al menos los doce primeros meses estará abierta, y tu ginecólogo la irá comprobando porque si hay alguna alteración (por ejemplo que esté más abultada) puede indicar que haya algún defecto.
- Cuando el bebé esté despierto intenta que esté mirando al frente para terminar de redondear la forma de la cabeza.
- Al mes de vida el bebé tiene que poder girar la cabeza de una lado a otro con normalidad.
- La(s) fontanela(s) son unas separaciones que tienen los bebés entre los huecos del cráneo para, en primer lugar, permitir que su cabeza atraviese el canal del parto, y después, para que el cerebro pueda irse desarrollando. Al menos los doce primeros meses estará abierta, y tu ginecólogo la irá comprobando porque si hay alguna alteración (por ejemplo que esté más abultada) puede indicar que haya algún defecto.
jueves, 18 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - El cordón umbilical
El resto del cordón umbilical que le queda al bebé le durará unos días, probablemente un mínimo de cinco y un máximo de diez. Lo normal es que se caiga hacia la semana (no hay que tocarlo, se cae solo).
Pasa de ser blanquecino a ponerse totalmente negro, según se va secando. Es un poco... digamos... feo, pero ni le duele lo más mínimo.
Cuidados: básicamente, no hacer nada. Ha habido distintas teorías: que si se seca antes poniéndole alcohol, que si suero... básicamente lo que hay que hacer es intentar tenerlo siempre lo más seco posible, porque se caerá cuando esté seco del todo.
¿Qué hacer con el baño? Cada pediatra tiene un sistema: algunos te dicen que no bañes al bebé hasta que no se le haya caído el cordón, y otros que no hay problema en bañarle. Te cuento mi caso: dado que a la pitufa la bañaban todos los días en el hospital, según llegué a casa yo hacía lo mismo. Y observé que en el hospital no le ponían ni mercromina ni nada, simplemente una gasa seca cada vez que la bañaban.
Y eso es lo que recomiendo, porque en mi caso fue fenomenal y a mi pitufa se le cayó el cordón a la semana: bañarla todos los días, para crearle la rutina de baño / cena / dormir. Pero hasta que no se le caiga el cordón, mantener el baño corto, unos minutos nada mas (máximo cinco). Y cuando la saques, le pones una gasa limpia y seca alrededor del cordón -simplemente girarla suavemente, sin pinzarla ni nada-. Otro cuidado que debes tener es comprobar cada vez que le cambies el pañal si está mojado por el pis, en cuyo caso le debes cambiar de nuevo la gasa.
¿Puede haber algún problema? si notas que le sale algún bulto, o está rojo e inflamado, avísalelo al pediatra. También si notas alguna secreción amarillo-verdosa, o emana un olor desagradable o si sangra: avisa inmediatamente al pediatra y si no puedes dar con él, vete a urgencias.
Una vez se le haya caído el cordón, dale un buen baño extenso para que lo goce!!!
Pasa de ser blanquecino a ponerse totalmente negro, según se va secando. Es un poco... digamos... feo, pero ni le duele lo más mínimo.
Cuidados: básicamente, no hacer nada. Ha habido distintas teorías: que si se seca antes poniéndole alcohol, que si suero... básicamente lo que hay que hacer es intentar tenerlo siempre lo más seco posible, porque se caerá cuando esté seco del todo.
¿Qué hacer con el baño? Cada pediatra tiene un sistema: algunos te dicen que no bañes al bebé hasta que no se le haya caído el cordón, y otros que no hay problema en bañarle. Te cuento mi caso: dado que a la pitufa la bañaban todos los días en el hospital, según llegué a casa yo hacía lo mismo. Y observé que en el hospital no le ponían ni mercromina ni nada, simplemente una gasa seca cada vez que la bañaban.
Y eso es lo que recomiendo, porque en mi caso fue fenomenal y a mi pitufa se le cayó el cordón a la semana: bañarla todos los días, para crearle la rutina de baño / cena / dormir. Pero hasta que no se le caiga el cordón, mantener el baño corto, unos minutos nada mas (máximo cinco). Y cuando la saques, le pones una gasa limpia y seca alrededor del cordón -simplemente girarla suavemente, sin pinzarla ni nada-. Otro cuidado que debes tener es comprobar cada vez que le cambies el pañal si está mojado por el pis, en cuyo caso le debes cambiar de nuevo la gasa.
¿Puede haber algún problema? si notas que le sale algún bulto, o está rojo e inflamado, avísalelo al pediatra. También si notas alguna secreción amarillo-verdosa, o emana un olor desagradable o si sangra: avisa inmediatamente al pediatra y si no puedes dar con él, vete a urgencias.
Una vez se le haya caído el cordón, dale un buen baño extenso para que lo goce!!!
lunes, 15 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - El Sueño - El moisés, la minicuna, el cuco (o capazo), la maxicosi, la cuna... y sus abalorios
Primero, la explicación de cada “elemento”:
1. Moisés (o canastillo): Es una cunita pequeña para recién nacidos (hasta los tres o cuatro meses aproximadamente), con forma ovalada y habitualmente de mimbre (de ahí viene el nombre!!). Son muy ligeros, suelen tener ruedas para transportarlos fácilmente, pero no aguanta muchos kilos de peso. Suelen “vestirse” con un faldón para que en ningún caso el bebé pueda estar en contacto con la parte exterior.
2. Minicuna: Es la versión del moisés pero en madera; también suelen tener forma ovalada o rectangular, como las cunas tradicionales pero con dimensiones más reducidas.
El colchón a utilizar tanto en la minicuna como en el moisés, debe ser nuevo, ya que se deforman mucho y pillan bacterias. Suelen ser de gomaespuma forrado de plástico, a lo que le debes añadir un protector de rizo gordo (algo transpirable) y encima las sábanas.
3. Cuco o capazo: Es la versión de la minicuna que se engancha en el chasis de la silla de paseo. Suele ser un componente que se vende con la silla de paseo para llevar al bebé los primeros cuatro o cinco meses (si tienes suerte y cabe / no se aburre!) totalmente tumbado sobre una superficie plana.
4. Maxicosi: En realidad esa no es más que una marca -la más extendida del mercado- de silla de transporte para recién nacidos, aunque hoy en día cada marca de sillas de paseo suele comercializar su propia “maxicosi”. Hay un tema importante: hay mucha gente que utiliza la maxicosi para pasear al bebé, pero los pediatras no lo suelen recomendar (mínimo durante los tres primeros meses que su espalda no está fuerte). La maxicosi es el elemento homologado más seguro para transportar al bebé (hasta los 9 kilos aprox.) dentro del coche. Lo que hay que hacer es instalarlo bien en el coche, con su sistema de iso-fix o de cinturón de seguridad, según la silla que sea, y no moverlo de ahí. Ya verás cuando metas a tu renacuajito en la maxicosi para sacarle del hospital como se queda dobladito como una gamba, la barbilla pegada al pecho, la espalda con forma de C, la tripa totalmente encogida... esa no es una buena postura para los bebés, que tienen que tener la columna siempre recta para que se desarrollo correctamente, y su sistema digestivo sin congestionar para que no se le produzcan gases.
Entonces, ¿qué haces?. Los recién nacidos, al menos hasta los tres meses - tres y medio, deben ir en el cuco o capazo, con la espalda totalmente recta, sin doblarse, donde puedan mover sus piernas y brazos a gusto. Llegará un momento en que ya no quepa en el cuco (busca una silla que tenga uno bien amplio para que te dure mucho), o simplemente que veas que tu bebé se aburre de estar mirando al cielo todo el rato: entonces lo que puedes hacer es pasarle a la silla, en la postura más tumbada que tenga y con un reductor de bebés (que no es más que un cojín con forma de cuña que hace que el peque no se hunda en la silla). Verás que de esta manera va un poco sentadito pero con la espalda recta y en una postura casi tumbado.
Ten en cuenta estos detalles cuando vayas a comprar la silla!!!!!!!!!!.
5. Cuna: Este es el elemento que mejor identificamos todos, será donde duerma tu peque desde que le saques de tu habitación (yo saqué a mi peque de nuestro dormitorio cuando tenía tres meses y medio) hasta que quieras pasarle a una cama.
Con respecto al colchón que puedes utilizar, la clave es que sea firme (no duro, no es lo mismo), para que su espalda se vaya desarrollando correctamente (esto es: mucho mejor de muelles que de los adaptables).
Ya verás que los recién nacidos, hasta más o menos los tres meses, están durmiendo prácticamente todo el rato. Te interesa por tanto tener cerca de donde haces la vida en casa (en el salón, cuarto de estar) uno de los sitios donde vaya a dormir –para echarse las siestas durante el día-, y en el dormitorio, otro.
A mí me resultaba muy cómodo tener en el salón la silla con el cuco instalado, porque me servía para moverle si le costaba dormirse –les encanta el movimiento- o para directamente llevármela a dar un paseo a la calle, estuviera dormida o despierta. Y luego en la habitación tenía el moisés, y allí la llevaba a dormir en la última toma del día para que fuera cogiendo el hábito de distinguir el día de la noche. Pero más de una noche me terminé llevando la silla con el cuco instalado a la habitación, por no cambiarla de sitio y que se despertara!!!!! ;o).
El primer año el bebé tiene que dormir en una superficie totalmente plana, es decir, no hay que ponerle almohada. Tanto el cuco como el capazo, el moisés o minicuna, deben estar vestidos con ropa de cama: primero un protector de algodón desenfundable (por si los “escapes”), sábana bajera, sábana y manta(s).
Detalles a tener en cuenta:
- Intenta que toda la ropa que está en contacto con tu bebé sea de algodón 100% y por supuesto, lavables en lavadora.
- Las mantas que le pongas por encima tienen que ser muy ligeras, ya que no deben pesarle al bebé, que tiene que tener posibilidad de moverse con libertad.
- El bebé los primeros meses conviene que duerma de lado (poniéndole algún anti-vuelco detrás -por ejemplo, un arrullo enrollado-)para conseguir la simetría de la cabeza, cambiándole de lado a cada toma.
- Te resultará cómodo ponerle una gasa de tela extendida debajo de la zona de la cabeza, porque regurgitará y así no tienes que cambiar las sábanas cada vez, sólo la gasa.
jueves, 11 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - El Sueño - Horas de sueño y cómo colocarle
Estas serán, aproximadamente, las horas que el bebé dormirá y estará despierto hasta su primer año de vida:
RECIÉN NACIDO: Entre 17 y 19 horas de sueño a lo largo del día.
3 MESES: Noche: entre 5 y 9 horas.
Día: 2 horas de siesta (intentar que no sea más) 3 ó 4 veces al día (entre 6 y 8 horas de siesta al día.
6 MESES: Noche: Entre 10 y 12 horas =D.
Día: 2 siestas de unas dos horas cada una – la de la tarde intentar que no dure nunca hasta después de las 19:00
1 AÑO: Noche: 13 horas.
Día: Una siesta, que durará dependiendo de lo que haya dormido por la noche.
Hasta al menos los tres meses probablemente querrá comer cada tres horas, día y noche - el muy canalla! ;o)-. Con un poco de suerte al llegar el final de los tres meses podrás empezar a disfrutar de alguna noche de cinco o seis horas seguidas y verás el cielo abierto... Si tu suerte es mucha, las cinco o seis horas se convertirán pronto en ocho o nueve. Para cuando tenga cuatro meses, es probable que ya duerma la noche entera (AAAAAALELUYA!!) -entre ocho y diez horas-, y si no, en ese momento probablemente tu pediatra te recomiende que empieces a darle cereales, y eso alargará las tomas de la noche, seguro!!!!.
Durante los primeros tres meses, lo habitual es que el bebé duerma en el dormitorio de los padres, en un moisés o minicuna. Eso os facilitará mucho poder estar pendientes de él durante la noche, pero llegará un momento que te des cuenta que aunque tu bebé empiece a dormir más, tú sigues despertándote un montón de veces por la noche... porque cada ruidito que hace (y son muchos!!!!) te despierta –y a menudo no es fácil volver a dormirse inmediatamente-. Probablemente será en ese momento cuando ya necesites pasarle a su cuna en su cuarto, así tú podrás dormir mejor!!!!.
Las siestas conviene que las hagan en lugares distintos de la noche –en el salón, en el cuarto de estar... donde estés tú, normalmente- para que empiecen a distinguir el día de la noche –más adelante las podrá hacer en su cuna si ahí duerme mejor.
Durante los primeros tres meses (o hasta que empiecen a moverse solos) conviene ponerles de lado para dormir, cada toma de un lado distinto. De esa manera, se consigue que la cabeza del bebé vaya cogiendo simetría y además, si regurgitan, cae en la cama sin peligro de que se atraganten. Para mantenerles de lado es útil que puedan estar apoyados en algo – como todo, venden distintos tipos de rollos en muchas tiendas – algunos con peluches, otros incluso con sonido... pero lo más barato es simplemente hacer un rollo con un arrullo, una toquilla o similar, y ponérsela detrás de la espalda para que no se den la vuelta.
Recomendación: en cualquier sitio que el bebé vaya a dormir (minicuna, moisés, cuna, cuco...) ponle siempre una gasa de tela extendida debajo de la zona de la cabeza porque es muy probable que regurgite y así no tienes que estar cambiándole las sábanas varias veces al día!!! Siempre es más fácil estar lavando las gasas y tener unas cuantas para poder ponérselas limpias y frescas cuando se hayan manchado.
miércoles, 10 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - Cólicos de lactante
Cómo lo siento si estás leyendo este post, desesperada por encontrar una respuesta, un remedio... un milagro a las noches en vela que estáis pasando tu peque y tú por culpa de los cólicos....!!!! =(
Es una lotería: no hay nada que hayas hecho antes o que puedas hacer después va a evitar o prevenir que tu bebé tenga cólicos de lactante si tienes la mala suerte de que esté en ese 40% de bebés que los sufren. Se producen simplemente por la inmadurez de su sistema digestivo -que acumula gases, que tiene la flora intestinal aún inmadura...-, o sea que realmente sólo el tiempo hará que desaparezcan - al terminar el tercer mes, aunque hacia la sexta semana empieza a mejorar. Si pasado el tercer mes no han desaparecido los cólicos, el pediatra tendrá que ver si hay algún otro problema (por ejemplo, reflujos).
Lo identificarás porque tu peque de repente tiene una crisis de llanto inconsolable, intenso, suele ser por la tarde, todos los días y más o menos a la misma hora, aunque varía en intensidad y duración en función de cada bebé.
¿Qué se puede hacer?
Hay algunas cosas que pueden ayudar un poco, pero por desgracia nada lo va a curar.
- Para empezar, después de cada toma -y si son largas, en medio-, acostúmbrate a sacarle los gases inmediatamente. Las maneras son:
En el hombro es como recomiendan la mayoría de los pediatras
La enfermera en el hospital nos enseñó a hacerlo con el bebe sentado, sujetándole la cabecita por la barbilla
Si intentando de estas maneras sigue con muchos gases, prueba a sentarle sobre tus rodillas, mirando hacia afuera, levántate y le coges las piernecitas por debajo de los muslos y las flexionas rítmicamente (como si fuera un acordeón.
- Colikind: Yo creo que es el remedio homeopático calmante más conocido (en España). Al ser homeopático, es un tratamiento que irá haciendo más efecto según pasen los días, hay que ser constante y ponerle las bolitas que te indique el pediatra en TODAS las tomas (lo ideal es que lo tome unos minutos antes de cada toma, aunque yo se lo metía directamente en el biberón).
- Si eso se une a que tu peque está un poco estreñido, coméntaselo a tu pediatra y probablemente te recomiende Eupeptina – te dirá también cada cuanto dárselo.
- Biberones: Si no le das lactancia maternal puede que le ayude que busques biberones específicos para evitar los cólicos – se supone que tienen una forma que hacen que le entre menos aire al bebé-. Tienen mucha fama los de la marca “Dr. Brown’s”.
- Masajes: Yo no los tuve que probar con mi peque, pero más de una amiga que estaba en esta tesitura me dijo que le había ayudado mucho llevar al bebé a que le dieran masajitos para ayudarle a eliminar los gases – tiene que ser en un centro que estén especializados en bebés –donde yo dí las clases de preparación al parto los daban, por ejemplo-, o mejor: que te enseñen a ti a dárselos, así lo podrás hacer todos los días y será más eficaz.
Y una última recomendación: uno mismo puede "empeorar" sin querer la crisis del bebé con nervios y angustia - una actitud calmada, relajada (en la medida de lo posible, sé que es dificilísimo!!!) ayudará a que tu peque se ponga menos nervioso - y por tanto no genere más gases y más dolor.
MUCHA SUERTE Y ÁNIMO!!!
Es una lotería: no hay nada que hayas hecho antes o que puedas hacer después va a evitar o prevenir que tu bebé tenga cólicos de lactante si tienes la mala suerte de que esté en ese 40% de bebés que los sufren. Se producen simplemente por la inmadurez de su sistema digestivo -que acumula gases, que tiene la flora intestinal aún inmadura...-, o sea que realmente sólo el tiempo hará que desaparezcan - al terminar el tercer mes, aunque hacia la sexta semana empieza a mejorar. Si pasado el tercer mes no han desaparecido los cólicos, el pediatra tendrá que ver si hay algún otro problema (por ejemplo, reflujos).
Lo identificarás porque tu peque de repente tiene una crisis de llanto inconsolable, intenso, suele ser por la tarde, todos los días y más o menos a la misma hora, aunque varía en intensidad y duración en función de cada bebé.
¿Qué se puede hacer?
Hay algunas cosas que pueden ayudar un poco, pero por desgracia nada lo va a curar.
- Para empezar, después de cada toma -y si son largas, en medio-, acostúmbrate a sacarle los gases inmediatamente. Las maneras son:
En el hombro es como recomiendan la mayoría de los pediatras
La enfermera en el hospital nos enseñó a hacerlo con el bebe sentado, sujetándole la cabecita por la barbilla
Si intentando de estas maneras sigue con muchos gases, prueba a sentarle sobre tus rodillas, mirando hacia afuera, levántate y le coges las piernecitas por debajo de los muslos y las flexionas rítmicamente (como si fuera un acordeón.
- Colikind: Yo creo que es el remedio homeopático calmante más conocido (en España). Al ser homeopático, es un tratamiento que irá haciendo más efecto según pasen los días, hay que ser constante y ponerle las bolitas que te indique el pediatra en TODAS las tomas (lo ideal es que lo tome unos minutos antes de cada toma, aunque yo se lo metía directamente en el biberón).
- Si eso se une a que tu peque está un poco estreñido, coméntaselo a tu pediatra y probablemente te recomiende Eupeptina – te dirá también cada cuanto dárselo.
- Biberones: Si no le das lactancia maternal puede que le ayude que busques biberones específicos para evitar los cólicos – se supone que tienen una forma que hacen que le entre menos aire al bebé-. Tienen mucha fama los de la marca “Dr. Brown’s”.
- Masajes: Yo no los tuve que probar con mi peque, pero más de una amiga que estaba en esta tesitura me dijo que le había ayudado mucho llevar al bebé a que le dieran masajitos para ayudarle a eliminar los gases – tiene que ser en un centro que estén especializados en bebés –donde yo dí las clases de preparación al parto los daban, por ejemplo-, o mejor: que te enseñen a ti a dárselos, así lo podrás hacer todos los días y será más eficaz.
Y una última recomendación: uno mismo puede "empeorar" sin querer la crisis del bebé con nervios y angustia - una actitud calmada, relajada (en la medida de lo posible, sé que es dificilísimo!!!) ayudará a que tu peque se ponga menos nervioso - y por tanto no genere más gases y más dolor.
MUCHA SUERTE Y ÁNIMO!!!
lunes, 8 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - Darle de comer - Qué biberones comprar
Hay varias marcas de biberones muy buenas en el mercado, y no es fácil recomendar una sobre otra. En mi caso, me dejé influir por las noticias del efecto del “blisfenol A” a la hora de calentar los biberones, y elegí la marca que estaba mejor recomendada. Si eliges una marca bastante extendida, tendrás la posibilidad de comprarla tanto en farmacias como en grandes almacenes, recambios incluidos, y eso es muy cómodo. Aunque yo no los probé (gracias a Dios no lo necesité), parece ser que si el bebé tiene cólicos los de la marca “Dr. Brown's” son buenos... aunque ningún biberón especial ni ninguna leche especial le van a quitar los cólicos si le salen, porque es la inmadurez del propio sistema digestivo lo que se lo provoca, y sólo se lo cura... el tiempo =(.
Para los tres primeros meses yo compré biberones pequeños –de hasta 150ml.- que me resultaban muy manejables. Como hay que esterilizarlos cada vez, es más cómodo tener cuatro para sólo tener que esterilizar una vez cada 12 horas, primero para trabajar menos ;o) y segundo porque las tetinas se van degradando cada vez que se esterilizan. Ah! y cuenta con que te puede interesar tener alguno más para llevarle agua o agua con algún digestivo al bebé.
Como ya te decía en el artículo anterior, yo lo que hice fue comprar uno de cristal y los demás de plástico; con el de cristal caliento el agua en el microondas y luego la paso al de plástico, donde ya le añado los polvos, lo agito bien y es con el que doy de comer a la pingüinilla –los de plástico son muy ligeros, muy cómodos-.
En cuanto tengas que prepararle más de lo que cabe en el bibe de 150ml., te recomiendo que compres directamente los de 300ml., no los intermedios de 240ml. porque se te volverán a quedar pequeños pronto –y así ahorras en biberones!!-.
Las tetinas de los biberones y los chupetes pueden ser de silicona o de latex. Las diferencias:
- Silicona: Suelen ser transparentes / son más rígidas por tanto la succión tiene que ser más fuerte / se deforma menos con el calor porque es menos porosa que el látex
- Látex: Color caramelo / más suaves al tacto y elástico, favoreciendo la succión / se deforma más fácilmente al esterilizarlo con calor.
Yo preferí comprar los de látex, porque al darle biberón desde el primer momento, pensé que serían más agradables para ella... además que la marca que finalmente elegí tiene unos diseños muy chulos, con animalillos y colores, y me parecieron monísimos ;o).
Lo que sí es importante es que si te decides a comprar los bibes y/o los chupetes de látex, tienes que acordarte de poner tetinas nuevas –o los chupetes enteros- al menos cada dos - tres meses, o cuando veas que se ponen un poco pegajosas, o que están demasiado blandas. Las venden sueltas en las farmacias y grandes almacenes, pero OJO! Te tienes que fijar también en los tamaños. Las habrá con el agujero más o menos grande, fíjate que es el que corresponde a los meses de tu bebé y a lo que le estás dando. También hay distintas tallas en los chupetes, tenlo en cuenta!!!!.
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - Darle de comer - El Biberón
Si no puedes o decides no dar de mamar a tu bebé, no debes preocuparte: hay muchísimos bebés –cada vez más- que se alimentan de biberones y que da gloria verles (la mía -sin ir más lejos-, y ni ha tenido cólicos, ni problemas de gases... y siempre ha tenido una talla bastante más grande de la que le corresponde!). Sólo tiene una desventaja, y es que, al menos los primeros meses de vida, lo mejor sigue siendo la leche materna, pero tiene muuuchas ventajas, la más importante es que NO ERES LA ÚNICA QUE LE PUEDE DAR DE COMER!!!! si cuando estés leyendo esto aún no has dado a luz, no eres plenamente consciente de lo que esto significa, de hecho ¡ni te haces a la idea.! Te aseguro que los tres primeros meses –al menos- que tu bebé te va a pedir comer cada tres horas DÍA Y NOCHE son agotadores, extenuantes, una esclavitud brutal... y si encima eres tú la única que puedes atenderle... no te quiero ni contar. Incluso las madres más abnegadas que están más de los primeros tres o cuatro meses dando de mamar a sus bebés te reconocerán en algún momento lo duro que es esto!!!!.
Si vas a dar biberones a tu peque (desde el principio o más adelante), te cuento cómo va:
Mientras estés en el hospital, en cuanto veas que el bebé se despierta o empieza a revolverse –probablemente, cada tres horas de reloj-, avisas a la enfermera y te traen el biberón preparado con la cantidad que le corresponde. Los biberones se miden en mililitros, y las dosis se calculan de la siguiente manera: por cada día de vida del bebé, 10 mililitros. Esto es: el primer día, le darán sólo 10 mililitros de leche en cada toma (la cantidad es ridícula, es cierto, pero no te tires al cuello de la enfermera culpándola de matar de hambre a tu bebé... parece ser que es lo que debe comer!!!); el segundo día, 20 mililitros en cada toma y así sucesivamente.
En cambio, en el caso de lactancia materna, los pediatras suelen indicar que se dé “a petición”, es decir: tantas veces y tanta cantidad como pida el bebé... curioso...
Si tu bebé es tragoncete y se queda con hambre en todas las tomas -como me pasaba a mí-, coméntaselo al pediatra de planta y negócialo con él/ella que le aumenten la dosis... las enfermeras sólo harán lo que el pediatra les paute, o sea que no te desgañites con ellas! ;o).
En casa continúas con este sistema. Probablemente te preguntes, como me pasó a mí, qué pasará cuando llegues al tope del biberón!!! Jejeje... bueno, no te preocupes, llega un momento que temporalmente se estabiliza lo que come tu bebé. Eso lo comprobarás porque empieza a dejarse parte del biberón, lo que significa que está satisfecho con menos, o sea que no tendrás que seguir aumentándole la dosis. A mí me ocurrió cuando la peque llegó a 90ml., que no necesitó que se siguiera aumentando, hasta pasada una semana o así, que se empezaba a quedar con hambre de nuevo.
¿Y qué haces entones? ¿subes a 100ml., no? Pues no.
Aquí cambia la historia: aunque en el hospital te vayan dando de 10ml en 10ml al día, luego resulta que cuando tú vayas a preparar el bibe en casa, el pediatra te dirá que vayas haciéndolo en medidas múltiplos de 30ml. Los botes de fórmula vienen con una cucharilla que es la medida que corresponde para 30ml. de agua, o sea que lo lógico es que vayas preparando los bibes en medidas de 30ml. en 30ml., es decir, que cuando tu bebé ya no se quede satisfecho con 90ml., y tengas que aumentarle la dosis, tienes que empezar a hacerle 120ml., que es la siguiente medida. Entonces empezará por dejarse parte del bibe durante un tiempo... luego se lo acabará entero siempre... luego no le resultará suficiente y se empezará a quedar con hambre... y ahí es cuando puedes volver a subir la dosis, esta vez a 150ml. UUUUUFFFFF!!!! ;o)
Mi recomendación:
Si no lo habías previsto y no has comprado biberones para tener luego en casa, o si simplemente prefieres estar más tranquila las primeras horas y no cambiarle de biberón, hazte amiga de alguna de las enfermeras y cuando te vayas a ir, pídele que te dé algunos biberones preparados (los tienen con la mezcla ya hecha) para las primeras horas. Además, los que usan en el hospital habitualmente son de cristal, o sea que te van a venir muy bien para calentar agua en ellos en adelante (no conviene meter los biberones de plástico en el microondas porque tienen un componente que es el blisfenol A que se va degradando con el calor y no es bueno para el bebé –aunque no hay que asustarse demasiado!!!-). Yo lo que hago es calentar el agua (yo le doy agua mineral) en uno de cristal en el microondas, y una vez caliente pasarla al de plástico y ahí le añado los polvos.
Con respecto al agua que vayas a usar, como siempre, sigue la recomendación del pediatra, pero puede ser o bien agua del grifo que previamente la hiervas unos diez minutos y luego la embotelles, o agua minera de baja mineralización –algunos pediatras te dicen que hiervas incluso el agua mineral, yo no lo hago-.
La leche de fórmula –para cuando la tengas que empezar a comprar- es de tres tipos:
- De Inicio o “fórmula 1” que es la que cubre todas las necesidades del peque desde que nace hasta los seis meses
- De Continuación o “fórmula 2” que cubre la etapa desde los 6 a los 12 meses
- De crecimiento que es la que se puede tomar a partir de los 12 meses, durante toda la etapa preescolar
Importante: La leche de fórmula se pone agria con cierta rapidez, o sea que si el biberón no se toma en una hora desde que se prepara, hay que desecharlo y preparar otro. Del mismo modo, cualquier resto de leche que no se haya tomado el bebé SE TIRA.
Cuando tengo que salir y llevarme su comida para dársela fuera de casa –y va a pasar más de una hora-, lo que hago es: pongo la medida de agua en el biberón de cristal y lo caliento al menos el doble de tiempo (depende de cuanto falte para la toma). Lo cierro herméticamente y lo meto en un termo de biberones (es una funda con un interior aislante que mantiene el contenido del biberón caliente). Aparte, llevo el biberón de plástico y la medida de polvos que le corresponde en un bote especial para llevarlo. Así, cuando llega el momento, si el agua está muy caliente la enfrías un poco –o viceversa-, la echas en el bibe, encima los polvos, y voilá!.
jueves, 4 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - Darle de comer - Cómo y Cuándo
Hasta al menos los tres meses, probablemente tu bebé quiera comer cada tres horas, día y noche. Con un poco de suerte al llegar a ese momento podrás empezar a disfrutar de alguna noche de cinco o seis horas seguidas y verás el cielo abierto... Si tu suerte es mucha, las cinco o seis horas se convertirán pronto en ocho o nueve. Para cuando tu peque tenga cuatro meses, es probable que ya duerma la noche entera (entre ocho y diez horas), y si no, en ese momento probablemente tu pediatra te recomiende que empieces a darle cereales, y eso alargará las tomas de la noche, seguro!!!!
La cosa va así: los bebés tardan unos 30 minutos en comer –entre que comen y les sacas los gases-. Si tu peque tiene problema de gases, o cuando ya empiezan a comer cantidades superiores a 60ml. más o menos, es conveniente que, cuando veas que hace una paradita a mitad del biberón, le saques gases antes de continuar. Y cuando acabe, le sacas gases de nuevo.
Las tomas se calculan desde el momento en que el bebé empieza a comer (no desde que acaba), hasta tres horas después. Esto es: si ha hecho la primera toma a las 12, la siguiente le toca a las 3, luego a las 6, las 9... y así sucesivamente. Al principio puede ser muy desesperante cuando las tomas se alargan –o el peque come muy despacio, o le cuesta mucho sacar los gases...- y para cuando has conseguido terminar y dejarle en la cuna, te das cuenta que en una y media tienes que volver a empezar. UUUUUFFF!!!!. Bueno, no desesperes, que esto, como todo, también se pasa!!!!!! =).
Tienes que hacer lo posible para que no sean menos de 3 horas el tiempo entre tomas (aunque los bebés que toman leche materna tienen unos horarios menos exactos). Es el tiempo que necesita su aparato digestivo para digerir la comida, o sea que si adelantas la siguiente toma, va a estar a medias de la anterior y eso le puede provocar más gases, tener menos hambre, etc. Lo que hay que hacer, si empieza a pedir comer antes de las 3 horas, es intentar entretenerle: cantarle, acunarle... ahora: si se pone a llorar furioso, no lo pienses: dale de comer!!!! En ese estado sí que se va a generar un montón de gases y va a ser mucho peor. Especialmente si le estás dando el pecho, porque puede ocurrir que se haya quedado con hambre de la toma anterior –y tú no tienes manera de darte cuenta-.
Si le estás dando biberón en vez de el pecho, ten en cuenta que la fórmula tarda más en digerirse que la leche materna, o sea que probablemente le dure más la toma.
Es muy importante que durante los primeros 15 días de vida de tu bebé, no le dejes más de 4 horas sin comer (no puedes correr el riesgo de que se deshidrate). Si es necesario, despiértale. Pasado ese plazo, ya puedes dejarle dormir lo que quiera, excepto si es prematuro o si el pediatra dice otra cosa. Ten en cuenta que los bebés que toman el pecho siguen horarios menos regulares de tomas, mientras que si les das biberón, es más probable que desde el principio tenga un horario más regular de tomas.
Puedes comprobar si tu bebé tiene intolerancia a la lactosa echando leche en alguna parte de la piel del bebé, para ver si le produce reacción. En ese caso, hay leches hidrolizadas en el mercado, pero lo mejor es que se lo comentes inmediatamente al pediatra.
miércoles, 3 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - Darle de comer - Tú, el entorno, la postura
El momento de dar de comer a tu peque os va a unir muchísimo, tanto si es a través del pecho como si es con un biberón. Da igual: va a ser un rato íntimo, donde seguro que te quedarás mirándole extasiada, alucinando con esa pequeña cosita que has traído al mundo, intentando descifrar lo que pasa por su cabecita. Tu peque al principio tiene una vista muy limitada, pero te siente, te huele, identifica tu voz y tu manera de cogerle, y está sintiéndose a gusto y protegido contigo como con nadie más.
Yo reconozco que he sido bastante acaparadora para dar de comer a mi pitufa, porque realmente es un momento que disfruto mucho y que sé que está creando un vínculo muy especial entre nosotras. Tanto si le das de mamar como si le das biberones, intenta crear un ambiente igual de íntimo entre vosotros dos, prestándole toda la atención a tu peque, para que sea un momento placentero y especial para ambos. Esto es especialmente difícil al principio, entre el hospital y la vuelta a casa con un montón de gente distinta alrededor... pero intenta que en ese momento el ambiente esté tranquilo, estar tú tranquila y centrada sólo en lo que estás haciendo – al menos las primeras dos o tres semanas. Si le das el pecho y es tu primer bebé, seguro que el momento te crea cierta ansiedad, porque no es tan fácil y natural como parece a primer vista, sino que tendréis los dos que aprender a hacerlo. También te creará cierta ansiedad darle el biberón, pero la forma de succionar del la tetina de un biberón es más sencilla que del pezón, o sea que será más fácil. En cualquier caso, con cariño y tranquilidad puedes pedir a las visitas que os dejen un poco solos, o pedirle a tu pareja, tu madre, o a quien tengas más cerca, que se lo pida a la gente. De ese modo, en la intimidad, podrás relajarte y verás como te resulta más fácil y agradable. Y cuanto más relajada y a gusto estés tú, más lo estará tu peque y menos gases le provocará!!.
No es ninguna tontería plantearse cómo (en qué postura) darle de comer a tu bebé, pero no lo es!. Piensa que durante los primeros tres meses le vas a dar de comer unas ocho veces al día, que poco a poco se quedarán en cuatro tomas hacia los 4 – 5 meses. Es decir, que vas a pasar muchas horas al día en ciertas posturas que es mejor vigilar para que no te causen problemas de espalda y para que tu peque esté lo más a gusto posible.
1. La más natural es sentada –o tumbada boca arriba pero con la espalda recta- y con tu bebé en tus brazos. Fíjate cuando lo hayas hecho así unas cuantas veces, que tu cuello está en tensión porque estás con la cabeza bajada para mirar a tu peque y con tus brazos estás intentando elevarle. Esta postura es normal que te dé dolor de cervicales. Para evitar forzar tanto el cuello, puedes buscar un almohadón de lactancia (o unas almohadas o cojines que tengas en casa), que lo colocas debajo del bebé y lo eleva, de tal manera que te relaja la postura.
2. Últimamente, los profesionales recomiendan que se dé de comer al bebé estando ambos tumbados de lado. En la cama, tú te tumbas de costado y pones a tu bebé delante ligeramente inclinado hacia ti con un almohadón y tu brazo detrás, y de esa manera tu espalda no sufre. Pero ojo, que esta postura no es fácil que salga bien a la primera, os tendréis que acostumbrar ambos!!!.
Yo he terminado haciendo una variante de la primera opción (que me temo que solo es posible hacer cuando das el biberón), porque pasado el tiempo me di cuenta que al tener a la peque cogida con un brazo y el biberón en la otra mano, me quedaba sin manos disponibles si tenía que limpiarla, o simplemente rascarme la nariz!!!!. Una vez en casa, y cuando la peque ya tenía al menos un mes, opté por sentarme en un lado del sofá, colocar un cojín grande entre mi costado y el brazo del sofá (apoyándolo contra el brazo del sofá de manera que quedara un poco elevado, como “en cuesta”), y apoyar ahí a la pequeña. La parte inferior de su cuerpecito estaba encima de mí, y los hombros y la cabeza encima del cojín, un poco elevados. De esta manera le doy el bibe con una mano, y la otra me queda libre!!! ;o)
Cuando encuentres la postura en la que te sientas más cómoda, recuerda estos detalles:
- En cualquiera de los casos, la cabeza de tu peque debe estar un poco más elevada que el resto del cuerpo, para facilitarle la digestión (menos gases, menos regurgitaciones).
- Recuerda cambiar de lado al bebé cada vez que le des de comer para que se ajuste la simetría de su cabecita y tenga igual visión en ambos ojos. Al darle de mamar te vas a acordar con más facilidad, pero cuando le des el biberón recuerda también hacerlo!!!!!.
- Para darle el biberón hay que coger BIEN y fírmemente al bebé, porque si no, el reflejo de caída al no sentirse firmemente sujeto, le hará tragar más aire.
Yo reconozco que he sido bastante acaparadora para dar de comer a mi pitufa, porque realmente es un momento que disfruto mucho y que sé que está creando un vínculo muy especial entre nosotras. Tanto si le das de mamar como si le das biberones, intenta crear un ambiente igual de íntimo entre vosotros dos, prestándole toda la atención a tu peque, para que sea un momento placentero y especial para ambos. Esto es especialmente difícil al principio, entre el hospital y la vuelta a casa con un montón de gente distinta alrededor... pero intenta que en ese momento el ambiente esté tranquilo, estar tú tranquila y centrada sólo en lo que estás haciendo – al menos las primeras dos o tres semanas. Si le das el pecho y es tu primer bebé, seguro que el momento te crea cierta ansiedad, porque no es tan fácil y natural como parece a primer vista, sino que tendréis los dos que aprender a hacerlo. También te creará cierta ansiedad darle el biberón, pero la forma de succionar del la tetina de un biberón es más sencilla que del pezón, o sea que será más fácil. En cualquier caso, con cariño y tranquilidad puedes pedir a las visitas que os dejen un poco solos, o pedirle a tu pareja, tu madre, o a quien tengas más cerca, que se lo pida a la gente. De ese modo, en la intimidad, podrás relajarte y verás como te resulta más fácil y agradable. Y cuanto más relajada y a gusto estés tú, más lo estará tu peque y menos gases le provocará!!.
No es ninguna tontería plantearse cómo (en qué postura) darle de comer a tu bebé, pero no lo es!. Piensa que durante los primeros tres meses le vas a dar de comer unas ocho veces al día, que poco a poco se quedarán en cuatro tomas hacia los 4 – 5 meses. Es decir, que vas a pasar muchas horas al día en ciertas posturas que es mejor vigilar para que no te causen problemas de espalda y para que tu peque esté lo más a gusto posible.
1. La más natural es sentada –o tumbada boca arriba pero con la espalda recta- y con tu bebé en tus brazos. Fíjate cuando lo hayas hecho así unas cuantas veces, que tu cuello está en tensión porque estás con la cabeza bajada para mirar a tu peque y con tus brazos estás intentando elevarle. Esta postura es normal que te dé dolor de cervicales. Para evitar forzar tanto el cuello, puedes buscar un almohadón de lactancia (o unas almohadas o cojines que tengas en casa), que lo colocas debajo del bebé y lo eleva, de tal manera que te relaja la postura.
2. Últimamente, los profesionales recomiendan que se dé de comer al bebé estando ambos tumbados de lado. En la cama, tú te tumbas de costado y pones a tu bebé delante ligeramente inclinado hacia ti con un almohadón y tu brazo detrás, y de esa manera tu espalda no sufre. Pero ojo, que esta postura no es fácil que salga bien a la primera, os tendréis que acostumbrar ambos!!!.
Yo he terminado haciendo una variante de la primera opción (que me temo que solo es posible hacer cuando das el biberón), porque pasado el tiempo me di cuenta que al tener a la peque cogida con un brazo y el biberón en la otra mano, me quedaba sin manos disponibles si tenía que limpiarla, o simplemente rascarme la nariz!!!!. Una vez en casa, y cuando la peque ya tenía al menos un mes, opté por sentarme en un lado del sofá, colocar un cojín grande entre mi costado y el brazo del sofá (apoyándolo contra el brazo del sofá de manera que quedara un poco elevado, como “en cuesta”), y apoyar ahí a la pequeña. La parte inferior de su cuerpecito estaba encima de mí, y los hombros y la cabeza encima del cojín, un poco elevados. De esta manera le doy el bibe con una mano, y la otra me queda libre!!! ;o)
Cuando encuentres la postura en la que te sientas más cómoda, recuerda estos detalles:
- En cualquiera de los casos, la cabeza de tu peque debe estar un poco más elevada que el resto del cuerpo, para facilitarle la digestión (menos gases, menos regurgitaciones).
- Recuerda cambiar de lado al bebé cada vez que le des de comer para que se ajuste la simetría de su cabecita y tenga igual visión en ambos ojos. Al darle de mamar te vas a acordar con más facilidad, pero cuando le des el biberón recuerda también hacerlo!!!!!.
- Para darle el biberón hay que coger BIEN y fírmemente al bebé, porque si no, el reflejo de caída al no sentirse firmemente sujeto, le hará tragar más aire.
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - Las Vacunas
La primera vacuna se la ponen en el hospital (la de la Hepatitis B, aunque hay 15 días de margen para ponérsela si no lo hacen en el hospital), o sea que te evitas enterarte de ese pinchazo, lo cual se agradece. A partir de ahí, mi recomendación: si puedes, ve siempre a vacunar al bebé con el padre de la criatura. Lo vas a pasar fatal cuando veas las agujas que le van a clavar a vuestro pobre bebé, y es muchísimo mejor pasarlo acompañadas... y a ser posible, antes de entrar a la consulta, negociad que sea él quien agarre al bebé!!!!!.
Las vacunas de los dos y cuatro meses cubren: difteria / tétanos / tos ferina / h. Influenza B / polio inactivada / Hepatitis B/ Meningococo C / Neumococo.
Todo ello en un total de tres pinchazos (ahora tenemos suerte, hasta hace nada eran cuatro pinchazos) intramusculares, para los que hay que ayudar a la enfermera sujetando firmemente las piernas del bebé. Un trago!!!!!!.
14 Junio 2010: Me acaban de comentar que se han retirado las vacunas del rotavirus (ver comentarios de esta entrada), por tanto elimino la parte del post en la que os hablaba de esta vacuna.
Hay otra vacuna que recomiendan pero que aún no está subvencionada, que es la que previene el Rotavirus, virus muy contagioso y que provoca las gastroenteritis más graves en los niños de menos de dos años. No previene TODOS los tipos de gastroenteritis, pero sí las más graves, o sea que en mi caso decidí pagarla y que se la pusieran.
En este momento (final 2009) hay de dos tipos: la vacuna que se pone en tres veces (dos, cuatro y seis meses) y la que se pone en dos veces (dos y cuatro meses). Son exactamente lo mismo, sólo diferente dosis. Yo en mi caso elegí la que se pone sólo en dos veces, se llama Rotarix y cuesta casi 94 euros cada dosis.
Ojo!: la vacuna para el rotavirus es muy delicada y requiere estar guardada a temperatura de nevera. Yo la encargué en la farmacia y la pasé a buscar justo antes de salir a la cita, para que estuviera muy poco tiempo a temperatura ambiente, y aún así, la metí en un bote de los que mantienen la temperatura. Si es verano, tendréis que buscar la manera de mantenerla en algún tipo de neverita con hielo para que no pierda la temperatura.
Otra cosa: recomiendan que se ponga el mismo día que se ponen las demás vacunas, o sea que o bien lleva la vacuna al centro de salud el día que le vayan a poner las demás, o díselo a tu pediatra para que le dé cita el mismo día para dársela. Lo bueno de esta vacuna es que es BEBIDA. Pero en cualquier caso, mejor que sea un profesional quien se asegure que el bebé se la toma toda. También recuerda que tienen que anotar en la cartilla todos los datos de la vacuna.
Las vacunas de los dos y cuatro meses cubren: difteria / tétanos / tos ferina / h. Influenza B / polio inactivada / Hepatitis B/ Meningococo C / Neumococo.
Todo ello en un total de tres pinchazos (ahora tenemos suerte, hasta hace nada eran cuatro pinchazos) intramusculares, para los que hay que ayudar a la enfermera sujetando firmemente las piernas del bebé. Un trago!!!!!!.
14 Junio 2010: Me acaban de comentar que se han retirado las vacunas del rotavirus (ver comentarios de esta entrada), por tanto elimino la parte del post en la que os hablaba de esta vacuna.
lunes, 1 de febrero de 2010
Tu bebé (de 0 a 4 meses) - Las pruebas que le hacen recién nacido
Según nace el bebé, en los primeros cinco minutos de vida (y se lo repiten unos minutos después) le hacen unas pequeñas pruebas físicas para ver a grandes rasgos la vitalidad del bebé y poder así determinar que está todo bien. Se llama Test de APGAR, y le miran:
1. Las constantes vitales
2. El color de la piel
3. Los reflejos (da información de las conexiones neurológicas)
4. El tono muscular
Sobre estas pruebas, dan una puntuación que es la que indica si está todo bien o no; cualquier puntuación por encima de 7 quiere decir que tu peque está estupendo!!!!.
Según los hospitales, y según si ha sido parto natural o cesárea, se llevan al bebé directamente a los pediatras que están en quirófano o en una pequeña sala adjunta (si es cesárea, siempre pasa el bebé primero por los pediatras y luego te lo llevan) o te lo acercan un minuto para que puedas verle y tocarle un poquito. Tanto si es antes o después, según tengas cerca de tu bebé, TÓCALE. Tú eres su única referencia con este mundo, y necesita tu contacto y tu cercanía aunque sólo sean tres segundos para sentirse tranquilito. Ya verás lo alucinante que es desde este momento en adelante sentir cómo te necesita y que eres todo para ese bebé al principio de su vida.
Bueno, ya sabes que lo primero que hacen también es darte el dato del peso y de la talla. Si bien el peso es un dato totalmente fiable, no es así la talla, porque los bebés nacen con tanta hipertonía (hechos un burruñito) y es tan difícil estirarles del todo, que no es fácil que el dato de la talla sea totalmente fiable.
Hay otro dato en el que no nos fijamos nunca pero que es tan importante o más que los anteriores: el perímetro craneal, que es lo que nos puede indicar si el bebé tuviera micro, macro o hidrocefalia. El perímetro craneal medio de las niñas suele ser de 34cms. y el de los niños de 37cms.
Más pruebas que le hacen al bebé: a las 48 horas se lo llevarán para hacerle la prueba del talón. Es un pinchazo en el talón para sacar una muestra de sangre, y con ello miran cómo metaboliza el alimento para poder detectar determinadas enfermedades – en concreto una de ellas la fenilcetonuria, que es un problema con los aminoácidos que puede llevar a insuficiencia mental-. Esta prueba se tiene que repetir a la semana de vida del bebé, o sea que si ya habéis salido del hospital, es muy importante que os la hagan en el centro de salud o vuestro pediatra.
Las muestras se mandan a la Comunidad (en mi caso, la de Madrid) correspondiente, que es el órgano competente para controlar las enfermedades que se detectan con esta prueba, o sea que los resultados os llegarán en una carta a casa, aproximadamente un par de semanas o tres después de haber hecho las pruebas. Si hubiera algún resultado “malo”, os llamarán directamente. En caso de ser todo correcto, deberéis recibir la carta y de no ser así, llamad al teléfono de la Comunidad que viene indicado en la “Cartilla de Salud” del bebé que os darán en el hospital.
En el hospital también le suelen poner al bebé su primera vacuna: la de la Hepatitis B, aunque hay 15 días de margen para ponérsela si no lo hacen en el hospital.
Especialmente aquellos bebés que han estado de nalgas (sentaditos) durante el embarazo, hay que mirar que no tengan displasia de caderas, que supone que la cabeza del fémur no se coloque bien en la pelvis, y eso puede acarrear muchos problemas cuando el bebé vaya a andar. Los neonatólogos siempre lo revisan, y si hay alguna duda, os mandarán hacerle una ecografía de caderas a los pocos días de nacer y repetirla al mes más o menos. En caso de que se detecte que el bebé tiene algo de displasia, siempre que sea a tiempo es tan fácil como ponerle doble pañal durante el tiempo que os indique el pediatra para que las piernecitas le queden un poco más abiertas y se va ajustando solo.
1. Las constantes vitales
2. El color de la piel
3. Los reflejos (da información de las conexiones neurológicas)
4. El tono muscular
Sobre estas pruebas, dan una puntuación que es la que indica si está todo bien o no; cualquier puntuación por encima de 7 quiere decir que tu peque está estupendo!!!!.
Según los hospitales, y según si ha sido parto natural o cesárea, se llevan al bebé directamente a los pediatras que están en quirófano o en una pequeña sala adjunta (si es cesárea, siempre pasa el bebé primero por los pediatras y luego te lo llevan) o te lo acercan un minuto para que puedas verle y tocarle un poquito. Tanto si es antes o después, según tengas cerca de tu bebé, TÓCALE. Tú eres su única referencia con este mundo, y necesita tu contacto y tu cercanía aunque sólo sean tres segundos para sentirse tranquilito. Ya verás lo alucinante que es desde este momento en adelante sentir cómo te necesita y que eres todo para ese bebé al principio de su vida.
Bueno, ya sabes que lo primero que hacen también es darte el dato del peso y de la talla. Si bien el peso es un dato totalmente fiable, no es así la talla, porque los bebés nacen con tanta hipertonía (hechos un burruñito) y es tan difícil estirarles del todo, que no es fácil que el dato de la talla sea totalmente fiable.
Hay otro dato en el que no nos fijamos nunca pero que es tan importante o más que los anteriores: el perímetro craneal, que es lo que nos puede indicar si el bebé tuviera micro, macro o hidrocefalia. El perímetro craneal medio de las niñas suele ser de 34cms. y el de los niños de 37cms.
Más pruebas que le hacen al bebé: a las 48 horas se lo llevarán para hacerle la prueba del talón. Es un pinchazo en el talón para sacar una muestra de sangre, y con ello miran cómo metaboliza el alimento para poder detectar determinadas enfermedades – en concreto una de ellas la fenilcetonuria, que es un problema con los aminoácidos que puede llevar a insuficiencia mental-. Esta prueba se tiene que repetir a la semana de vida del bebé, o sea que si ya habéis salido del hospital, es muy importante que os la hagan en el centro de salud o vuestro pediatra.
Las muestras se mandan a la Comunidad (en mi caso, la de Madrid) correspondiente, que es el órgano competente para controlar las enfermedades que se detectan con esta prueba, o sea que los resultados os llegarán en una carta a casa, aproximadamente un par de semanas o tres después de haber hecho las pruebas. Si hubiera algún resultado “malo”, os llamarán directamente. En caso de ser todo correcto, deberéis recibir la carta y de no ser así, llamad al teléfono de la Comunidad que viene indicado en la “Cartilla de Salud” del bebé que os darán en el hospital.
En el hospital también le suelen poner al bebé su primera vacuna: la de la Hepatitis B, aunque hay 15 días de margen para ponérsela si no lo hacen en el hospital.
Especialmente aquellos bebés que han estado de nalgas (sentaditos) durante el embarazo, hay que mirar que no tengan displasia de caderas, que supone que la cabeza del fémur no se coloque bien en la pelvis, y eso puede acarrear muchos problemas cuando el bebé vaya a andar. Los neonatólogos siempre lo revisan, y si hay alguna duda, os mandarán hacerle una ecografía de caderas a los pocos días de nacer y repetirla al mes más o menos. En caso de que se detecte que el bebé tiene algo de displasia, siempre que sea a tiempo es tan fácil como ponerle doble pañal durante el tiempo que os indique el pediatra para que las piernecitas le queden un poco más abiertas y se va ajustando solo.
miércoles, 20 de enero de 2010
La Lactancia materna - Los cuidados del pezón
No voy a ponerme a explicar los beneficios de la lactancia materna, porque todo el mundo sabe que es el alimento más beneficioso para el bebé y lo que más le inmuniza (el calostro), aunque la lactancia artificial es perfectamente válida.
Si has decidido amamantar a tu bebé, debes saber que aunque es una experiencia muy bonita, también es muy sacrificada y puede ser dolorosa. Voy a intentar explicarte los cuidados que te pueden ayudar a disfrutarlo más.
- Prevenir las grietas: En primer lugar, la higiene es importante: empieza por lavarte las manos antes de dar el pecho. Justo antes de la toma, unos diez minutos antes, ponte un poco de 'Lausinoh' en el pezón e intenta dejarlo entre cinco y diez minutos al aire. Después, limpiarlo suavemente con un kleenex (sin agua).
Si después de unos días (una semana aproximadamente) no te han salido grietas, entonces puedes pasar a ponerte 'Trofolastín cuidado del pezón'.
- Grietas en el pezón: Es un rollo porque son bastante dolorosas. Ármate de paciencia y ponte los cuidados que te digo con continuidad y consistencia para suavizarlo: limpias el pezón con un kleenex (sin agua). Te aplicas primero la crema 'Ducray' de Diaseptil, que evita las infecciones. Lo dejas que se seque al aire unos diez minutos. Después aplicas, bien 'Lausinoh' o el bálsamo de 'Multimann'.
Si las grietas no se curan, antes del bálsamo de 'Multimann' te aplicas una compresa de la misma marca, durante cinco minutos, lo dejas secar unos diez minutos al aire y después te aplicas el bálsamo.
Si en algún momento tu peque tiene un poco de sangre al regurgitar, puede ser porque ha tragado sangre de las grietas, no te asustes y asegúrate que es eso antes de nada.
- Pezón dolorido: En caso de no tener grietas pero tener el pezón dolorido, lo que puedes hacer es: limpiarlo con un kleenex, ponerte una compresa de la marca 'Multimann' durante cinco minutos, quitarla y dejar el pezón al aire durante otros diez minutos y después aplicarte un poco de 'Lausinoh'.
- Ingurgitación o congestion dolorosa del pecho (no es mastitis: Es un exceso de leche en las glándulas mamarias, que provoca inflamación y dolor. Es contraproducente dejar de amamantar: ponte hielo en el pecho después de cada toma y vete al médico.
- Mastitis: La mastitis es un proceso infeccioso, por lo que debes extremar la higiene para intentr evitarlo: acostúmbrate a lavarte las manos siempre antes de amamantar a tu peque.
Si tienes la mala suerte de sufrirla, debes ir a tu médico (o a urgencias) porque te tienen que dar antibiótico. Además, puedes aliviarlo de esta manera: en el momento de ir a dar el pecho, ímpiate con un kleenex, extiéndete 'Lausinoh' y tenlo unos cinco minutos al aire. Cuando termine de succionar el bebé, vuelve a limpiarte el pezón. Es habitual que los recién nacidos tengan hongos en la boca, o sea que debes asegurarte que te limpias bien después de cada toma.
La mastitis es muy dolorosa pero no afecta en absoluto a la leche, o sea que no hace falta dejar de darle el pecho. A menudo usar pezoneras también alivia mucho el dolor del pezón.
Sé que todo esto es un rollo complicado, pero es la manera más eficaz si quieres evitar los inconvenientes que puede suponer la lactancia. Debes hacerlo todas las veces antes de darle mamar y no tienes que limpiarte el pezón después, estos medicamentos no le dañan. De todos modos, coméntalo con su pediatra.
Si has decidido amamantar a tu bebé, debes saber que aunque es una experiencia muy bonita, también es muy sacrificada y puede ser dolorosa. Voy a intentar explicarte los cuidados que te pueden ayudar a disfrutarlo más.
- Prevenir las grietas: En primer lugar, la higiene es importante: empieza por lavarte las manos antes de dar el pecho. Justo antes de la toma, unos diez minutos antes, ponte un poco de 'Lausinoh' en el pezón e intenta dejarlo entre cinco y diez minutos al aire. Después, limpiarlo suavemente con un kleenex (sin agua).
Si después de unos días (una semana aproximadamente) no te han salido grietas, entonces puedes pasar a ponerte 'Trofolastín cuidado del pezón'.
- Grietas en el pezón: Es un rollo porque son bastante dolorosas. Ármate de paciencia y ponte los cuidados que te digo con continuidad y consistencia para suavizarlo: limpias el pezón con un kleenex (sin agua). Te aplicas primero la crema 'Ducray' de Diaseptil, que evita las infecciones. Lo dejas que se seque al aire unos diez minutos. Después aplicas, bien 'Lausinoh' o el bálsamo de 'Multimann'.
Si las grietas no se curan, antes del bálsamo de 'Multimann' te aplicas una compresa de la misma marca, durante cinco minutos, lo dejas secar unos diez minutos al aire y después te aplicas el bálsamo.
Si en algún momento tu peque tiene un poco de sangre al regurgitar, puede ser porque ha tragado sangre de las grietas, no te asustes y asegúrate que es eso antes de nada.
- Pezón dolorido: En caso de no tener grietas pero tener el pezón dolorido, lo que puedes hacer es: limpiarlo con un kleenex, ponerte una compresa de la marca 'Multimann' durante cinco minutos, quitarla y dejar el pezón al aire durante otros diez minutos y después aplicarte un poco de 'Lausinoh'.
- Ingurgitación o congestion dolorosa del pecho (no es mastitis: Es un exceso de leche en las glándulas mamarias, que provoca inflamación y dolor. Es contraproducente dejar de amamantar: ponte hielo en el pecho después de cada toma y vete al médico.
- Mastitis: La mastitis es un proceso infeccioso, por lo que debes extremar la higiene para intentr evitarlo: acostúmbrate a lavarte las manos siempre antes de amamantar a tu peque.
Si tienes la mala suerte de sufrirla, debes ir a tu médico (o a urgencias) porque te tienen que dar antibiótico. Además, puedes aliviarlo de esta manera: en el momento de ir a dar el pecho, ímpiate con un kleenex, extiéndete 'Lausinoh' y tenlo unos cinco minutos al aire. Cuando termine de succionar el bebé, vuelve a limpiarte el pezón. Es habitual que los recién nacidos tengan hongos en la boca, o sea que debes asegurarte que te limpias bien después de cada toma.
La mastitis es muy dolorosa pero no afecta en absoluto a la leche, o sea que no hace falta dejar de darle el pecho. A menudo usar pezoneras también alivia mucho el dolor del pezón.
Sé que todo esto es un rollo complicado, pero es la manera más eficaz si quieres evitar los inconvenientes que puede suponer la lactancia. Debes hacerlo todas las veces antes de darle mamar y no tienes que limpiarte el pezón después, estos medicamentos no le dañan. De todos modos, coméntalo con su pediatra.
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