El momento de dar de comer a tu peque os va a unir muchísimo, tanto si es a través del pecho como si es con un biberón. Da igual: va a ser un rato íntimo, donde seguro que te quedarás mirándole extasiada, alucinando con esa pequeña cosita que has traído al mundo, intentando descifrar lo que pasa por su cabecita. Tu peque al principio tiene una vista muy limitada, pero te siente, te huele, identifica tu voz y tu manera de cogerle, y está sintiéndose a gusto y protegido contigo como con nadie más.
Yo reconozco que he sido bastante acaparadora para dar de comer a mi pitufa, porque realmente es un momento que disfruto mucho y que sé que está creando un vínculo muy especial entre nosotras. Tanto si le das de mamar como si le das biberones, intenta crear un ambiente igual de íntimo entre vosotros dos, prestándole toda la atención a tu peque, para que sea un momento placentero y especial para ambos. Esto es especialmente difícil al principio, entre el hospital y la vuelta a casa con un montón de gente distinta alrededor... pero intenta que en ese momento el ambiente esté tranquilo, estar tú tranquila y centrada sólo en lo que estás haciendo – al menos las primeras dos o tres semanas. Si le das el pecho y es tu primer bebé, seguro que el momento te crea cierta ansiedad, porque no es tan fácil y natural como parece a primer vista, sino que tendréis los dos que aprender a hacerlo. También te creará cierta ansiedad darle el biberón, pero la forma de succionar del la tetina de un biberón es más sencilla que del pezón, o sea que será más fácil. En cualquier caso, con cariño y tranquilidad puedes pedir a las visitas que os dejen un poco solos, o pedirle a tu pareja, tu madre, o a quien tengas más cerca, que se lo pida a la gente. De ese modo, en la intimidad, podrás relajarte y verás como te resulta más fácil y agradable. Y cuanto más relajada y a gusto estés tú, más lo estará tu peque y menos gases le provocará!!.
No es ninguna tontería plantearse cómo (en qué postura) darle de comer a tu bebé, pero no lo es!. Piensa que durante los primeros tres meses le vas a dar de comer unas ocho veces al día, que poco a poco se quedarán en cuatro tomas hacia los 4 – 5 meses. Es decir, que vas a pasar muchas horas al día en ciertas posturas que es mejor vigilar para que no te causen problemas de espalda y para que tu peque esté lo más a gusto posible.
1. La más natural es sentada –o tumbada boca arriba pero con la espalda recta- y con tu bebé en tus brazos. Fíjate cuando lo hayas hecho así unas cuantas veces, que tu cuello está en tensión porque estás con la cabeza bajada para mirar a tu peque y con tus brazos estás intentando elevarle. Esta postura es normal que te dé dolor de cervicales. Para evitar forzar tanto el cuello, puedes buscar un almohadón de lactancia (o unas almohadas o cojines que tengas en casa), que lo colocas debajo del bebé y lo eleva, de tal manera que te relaja la postura.
2. Últimamente, los profesionales recomiendan que se dé de comer al bebé estando ambos tumbados de lado. En la cama, tú te tumbas de costado y pones a tu bebé delante ligeramente inclinado hacia ti con un almohadón y tu brazo detrás, y de esa manera tu espalda no sufre. Pero ojo, que esta postura no es fácil que salga bien a la primera, os tendréis que acostumbrar ambos!!!.
Yo he terminado haciendo una variante de la primera opción (que me temo que solo es posible hacer cuando das el biberón), porque pasado el tiempo me di cuenta que al tener a la peque cogida con un brazo y el biberón en la otra mano, me quedaba sin manos disponibles si tenía que limpiarla, o simplemente rascarme la nariz!!!!. Una vez en casa, y cuando la peque ya tenía al menos un mes, opté por sentarme en un lado del sofá, colocar un cojín grande entre mi costado y el brazo del sofá (apoyándolo contra el brazo del sofá de manera que quedara un poco elevado, como “en cuesta”), y apoyar ahí a la pequeña. La parte inferior de su cuerpecito estaba encima de mí, y los hombros y la cabeza encima del cojín, un poco elevados. De esta manera le doy el bibe con una mano, y la otra me queda libre!!! ;o)
Cuando encuentres la postura en la que te sientas más cómoda, recuerda estos detalles:
- En cualquiera de los casos, la cabeza de tu peque debe estar un poco más elevada que el resto del cuerpo, para facilitarle la digestión (menos gases, menos regurgitaciones).
- Recuerda cambiar de lado al bebé cada vez que le des de comer para que se ajuste la simetría de su cabecita y tenga igual visión en ambos ojos. Al darle de mamar te vas a acordar con más facilidad, pero cuando le des el biberón recuerda también hacerlo!!!!!.
- Para darle el biberón hay que coger BIEN y fírmemente al bebé, porque si no, el reflejo de caída al no sentirse firmemente sujeto, le hará tragar más aire.
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