El momento del baño puede ser un poco asustante al principio, pero verás como se vuelve un momento muy especial del día.
Para empezar, ten en cuenta que la función del baño no es estrictamente higiénica, sino para estimular a tu bebé, que mueva libremente brazos y piernas -para ir perdiendo la hipertonía- y para que juegue. El agua le facilita los movimientos y le recuerda al medio en el que se movía los nueve primeros meses que estaba dentro de ti, por lo que seguramente le resultará muy placentero.
Hay que hacer del momento del baño algo especial, un momento íntimo en familia, y es recomendable que, al menos los primeros meses de vida, sean los padres quienes compartan siempre ese momento con el bebé. De este modo tu pequeño sentirá la tranquilidad y la seguridad de tener la mano de papá o mamá sujetándole con fimeza, y eso es importante.
Conviene buscar una bañera que tenga el fondo totalmente liso, el agua debe estar a una temperatura de 37ºC, y te recomiendo que la bañera no la pongáis en la habitación porque en cuanto tu peque se quiera empezar a mover en la bañera, chapoteará y saltará el agua fuera, o sea que es mejor que sea en un cuarto de baño y no cohibir sus movimientos.
En invierno, lo ideal es que el cuarto de baño esté calentito cuando le vayáis a desnudar para bañarle, y al introducirle en el agua, hay que hacerlo despacio, y dejar para el final del baño la cabecita, ya que es por donde pierden más calor. Al principio no es necesario ni utilizar jabón; no le prepares baños de espuma porque para el recién nacido ya es suficiente estimulación el baño en sí, no queremos que se ponga más nervioso de lo necesario!. Puedes ponerle un poco de aceite de almendras naturales en el agua, que es hidratante.
Lo que tienes que asegurarte es que le limpias bien los plieguecitos de la piel (en las piernas, los brazos, y sobre todo el cuello), que lo puedes hacer bien suavemente con tus dedos o con una esponja, que debe ser natural. Y asegúrate que es distinta de la que usas para limpiarle el culete.
Al terminar el baño conviene ponerle una cremita hidratante, pregúntale a tu pediatra cuál le puede venir bien, y extiéndesela con un pequeño masaje, que además de hidratarle, le ayudará a ir relajando sus músculos y además el contacto con la piel de tu bebé es muy importante para él.
Dedicado a mi amiga Lucía: Una vez que tu peque ya no cabe en la bañera-cambiador o en la bañera de tijera -la que estés usando-, puedes:
- Comprar una bañera dura de plástico que metes dentro de la tuya (en Ikea las venden súper baratas), así usas menos agua y te puede resultar más "manejable". Problema: si tu peque aún no sujeta la cabeza, le tienes que seguir sujentando entero tú y te vas a dejar los riñones!!!!.
- Dentro de esa bañera de plástico, le puedes meter una hamaquita -ojo, vigila que te cabe de tamaño- que venden de tela (son baratas), en la que tu peque estará semi sentado y así, aúnque le tengas que seguir sujetando por precaución, al estar sentado ya no tienes que andar con tanto cuidado ni haciendo tanto esfuerzo. ¡Descanso para tus riñones!.
- Pasar directamente a tu bañera, en la que puedes meter la hamaquita que te acabo de describir para evitar el tema de los riñones.
Y en el momento en que tu peque ya se quede sentado con seguridad solito, te recomiendo el asiento de plástico -los hay con forma de aro, otros más alargados -yo compré el de aro-, en el que le dejas totalmente sentadito y ya tiene libertad para chapotear, jugar con sus patitos de goma... les encanta!!! Yo a mi peque empecé a bañarla así a los seis meses.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario