En el momento en que la matrona compruebe que estás lista para dar a luz, te llevarán al paritorio. ¿Qué tiene en cuenta para decidir esto? Bueno, no es una ciencia exacta, pero te cuento las condiciones del útero y del bebé que ella tendrá en cuenta:
Posición del útero:
Durante el proceso de dilatación, el cuello del útero se va centrando (alineando con el canal de salida) para permitir la salida del bebé. La matrona irá viendo si está centrado o no.
Situación del cuello del útero:
Tienen en cuenta dos cosas: cómo está de dilatado (abierto) y de borrado (afinado o acortado).
Dilatación: la dilatación máxima son 10cms., así que puedes ir calculando el ritmo al que vas si la matrona te va diciendo de cuántos centímetros estás. Ella lo mide en la exploraciones, te introduce sus dedos y va calculando los centímetros de dilatación.
Borrado: Es necesario que el útero, además de abrirse, se afina o acorta, y eso es lo que llaman el “borrado”, que va ayudando a que tu bebé vaya bajando y encajándose más en la pelvis. Pasará de estar “duro” y “verde” –símil para indicar que aún no está maduro o listo- a “blando” .
Posición del bebé:
Normalmente estamos pendientes únicamente de la dilatación... pero cómo está el bebé colocado es fundamental. Mientras el bebé no “apoye” la cabeza contra el cuello del útero, no está listo para empujar y salir. Empezará estando “alto”, puede pasar a estar “peloteando” o “bajo” para terminar estando listo: “apoyando”.
sábado, 19 de diciembre de 2009
viernes, 18 de diciembre de 2009
El Parto - Fase de Expulsivo - Ganas de empujar
Hasta que no te pongan la epidural, es posible que sientas ganas de empujar – es una presión en la vagina o en el ano, igual que un “apretón”, con la única diferencia de que estas ganas de empujar las tienes durante la contracción.
Si notas que empiezas a tener ganas de empujar, avisa a la matrona, pero nunca empujes a no ser que te lo indique ella o tu ginecólogo. Sólo te dejarán empujar si estás en dilatación completa y lista para el paritorio, en caso contrario, te dirán que te contengas.
Cuando te pongan la epidural probablemente se pasen prácticamente del todo las ganas de empujar.
Hasta entonces, la manera de contenerte es JADEAR durante las ganas: no te las quita, pero al estar jadeando no empujas. Es importante que no te dejes llevar por las ganas y hagas lo posible – incluso pidas ayuda – para aguantarlas, ya que si empujas sin estar dilatada, inflamas el cuello del útero y se cierra.
Puede que en algún momento en que la matrona te explore te pida que empujes: es para comprobar que sabes hacerlo. En cualquier caso, sigue el criterio de no empujar excepto si ella o el ginecólogo te lo dicen y están ellos delante!.
Si notas que empiezas a tener ganas de empujar, avisa a la matrona, pero nunca empujes a no ser que te lo indique ella o tu ginecólogo. Sólo te dejarán empujar si estás en dilatación completa y lista para el paritorio, en caso contrario, te dirán que te contengas.
Cuando te pongan la epidural probablemente se pasen prácticamente del todo las ganas de empujar.
Hasta entonces, la manera de contenerte es JADEAR durante las ganas: no te las quita, pero al estar jadeando no empujas. Es importante que no te dejes llevar por las ganas y hagas lo posible – incluso pidas ayuda – para aguantarlas, ya que si empujas sin estar dilatada, inflamas el cuello del útero y se cierra.
Puede que en algún momento en que la matrona te explore te pida que empujes: es para comprobar que sabes hacerlo. En cualquier caso, sigue el criterio de no empujar excepto si ella o el ginecólogo te lo dicen y están ellos delante!.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
El Parto - Fase de Expulsivo - La Epidural
Es la salvación de las mujeres en este momento (aunque si quieres intentar un parto natural sin epidural, ánimo, tienes muchísimo valor!!!); el objetivo de la epidural es que NOTES la contracción pero no te duela.
El momento obstétrico para ponerla depende de:
- Dónde está la cabeza del bebé
- El borrado del útero
- La dilatación
- El ritmo de las contracciones
El único aspecto negativo de la epidural es que en cuanto te la ponen empiezas a dilatar peor, o sea que el proceso es posible que se alargue... lo que significa que tienes que barajar lo que puedes aguantar de dolor para conseguir tener buenas contracciones el máximo tiempo posible. Y también ten en cuenta que desde que digas que ya no puedes más hasta que aparezca el anestesista y te la ponga, puede pasar un rato, o sea que no esperes a estar al límite!!!.
Cuando te vaya a poner la epidural, lo normal es que te haga sentarte en el borde de la cama o camilla, y la postura que tienes que intentar poner es:
La espalda erguida
Bajas la barbilla
Arqueas ligeramente la parte baja de la espalda
Relajas los hombros.
El pinchazo es un poco molesto pero es sólo un segundo. Te dejan un finísimo catéter flexible introducido en la zona para que cuando haya que ponerte más dosis ya no tengan que volver a pinchar – el catéter va unido a un dosificador que es donde el anestesista va marcando las dosis. En cuanto te la pongan, te tendrás que quedar tumbada unos quince o veinte minutos hasta que termine de hacer efecto y se extienda bien.
La dosis de la epidural dura entre hora y media y dos horas. En cuanto notes que se te empieza a pasar el efecto –no esperes a que te vuelva a doler porque entonces cuesta más volver a bajar ese pico de dolor-, avisa a la matrona para que pida más epidural al anestesista.
RECUERDA: como las contracciones las seguirás "notando" con la epidural, sigue haciendo una inspiración profunda al finalizar cada contracción, para seguir aportándole a tu peque ese extra de oxígeno que está recibiendo de menos.
El momento obstétrico para ponerla depende de:
- Dónde está la cabeza del bebé
- El borrado del útero
- La dilatación
- El ritmo de las contracciones
El único aspecto negativo de la epidural es que en cuanto te la ponen empiezas a dilatar peor, o sea que el proceso es posible que se alargue... lo que significa que tienes que barajar lo que puedes aguantar de dolor para conseguir tener buenas contracciones el máximo tiempo posible. Y también ten en cuenta que desde que digas que ya no puedes más hasta que aparezca el anestesista y te la ponga, puede pasar un rato, o sea que no esperes a estar al límite!!!.
Cuando te vaya a poner la epidural, lo normal es que te haga sentarte en el borde de la cama o camilla, y la postura que tienes que intentar poner es:
La espalda erguida
Bajas la barbilla
Arqueas ligeramente la parte baja de la espalda
Relajas los hombros.
El pinchazo es un poco molesto pero es sólo un segundo. Te dejan un finísimo catéter flexible introducido en la zona para que cuando haya que ponerte más dosis ya no tengan que volver a pinchar – el catéter va unido a un dosificador que es donde el anestesista va marcando las dosis. En cuanto te la pongan, te tendrás que quedar tumbada unos quince o veinte minutos hasta que termine de hacer efecto y se extienda bien.
La dosis de la epidural dura entre hora y media y dos horas. En cuanto notes que se te empieza a pasar el efecto –no esperes a que te vuelva a doler porque entonces cuesta más volver a bajar ese pico de dolor-, avisa a la matrona para que pida más epidural al anestesista.
RECUERDA: como las contracciones las seguirás "notando" con la epidural, sigue haciendo una inspiración profunda al finalizar cada contracción, para seguir aportándole a tu peque ese extra de oxígeno que está recibiendo de menos.
martes, 15 de diciembre de 2009
El Parto - Fase de Dilatación - Cómo aguantar las contracciones de parto
Te voy a contar cómo me explicaron que se pasan “mejor” las contracciones. Luego cada una es un mundo, porque a algunas suertudas les duelen muy poco pero en cambio otras lo pasan fatal. Lo único que se puede pensar es que TERMINAN PASÁNDOSE!!!!.
Un detalle importante: cada vez que hablo de hacer inspiraciones, hay que hacerlas con el tórax, NUNCA con la tripa, ya que presionando el útero sentirás más dolor.
CONTRACCIONES NO DOLOROSAS: Las contracciones, hasta que no duelan, hay que enfrentarlas con distracción: busca una actividad que permita “quitarte” de la mente de las contracciones – desde ver una película, leer un libro, hacer punto de cruz… La distracción la puedes usar tanto en casa como en la clínica mientras no te duelan.
Desde el momento en que empiezas a tener contracciones cada 4 ó 5 minutos hasta el final (incluido todo el tiempo que se tenga la epidural), tienes que hacer una inspiración profunda siempre al menos AL FINAL de la contracción, ya que en ese momento el bebé recibe un poco menos de oxígeno, y así se lo compensas.
Ah!: si entran ganas de vomitar, avisa a la matrona.
CONTRACCIONES DOLOROSAS (primer nivel de dolor): Cuando empiezan a doler las contracciones, lo más efectivo es pasar a intentar la relajación, ya que cuando parte de la musculatura se relaja, el cerebro genera endorfinas, atenuando el dolor. Evidentemente no es fácil, vas a estar nerviosa, dolorida y con mucha ansiedad, o sea que te recomiendo que hagas ensayos en casa cuando tengas las contracciones de Braxton-Hicks para irte habituando a ese momento.
Importante: el sonido aumenta la percepción del dolor, por lo que en el momento en que las contracciones ya son dolorosas, hay que procurar que no se hable en la habitación mientras se están teniendo (ni la matrona!).
¿Cómo me relajo?
Cuando notas que la contracción te va a llegar, pero antes de que llegue, haz una inspiración profunda y cuando ya comience la contracción, cierras los ojos y haces una de estas técnicas de relajación:
1. Separar las rodillas, y concentrarse en relajar todo el cuerpo súper rápido, dejando caer la tripa.
2. Concentrarte en relajar sólo la cara.
3. Fijarte en el dolor, intentar darle un color y luego cambiarlo.
El día del parto, ve intentando cada una y quédate con la que mejor funcione. Si a la vez que estás haciendo la relajación te rozas muuuuy suave la tripa, estás envía otro estímulo al cerebro para que tenga que tratar dos cosas a la vez y se centre menos en el dolor.
Al finalizar la contracción, INSPIRACIÓN PROFUNDA de nuevo, y entre contracción y contracción, volver a emplear la DISTRACCIÓN.
CONTRACCIONES DOLOROSAS (segundo nivel de dolor): Cuando veas que ya no funciona la relajación, pasa a la técnica del soplido:
Igual que en el caso anterior, cuando notas que la contracción te va a llegar -pero antes de que llegue- haz una inspiración profunda y cuando ya comience la contracción, cierras los ojos, vuelves a inspirar más suavemente y sueltas el aire con un soplido.
De nuevo, a la vez que soplas, roza la tripa muy suavemente para enviar esta otra señal al cerebro.
Al finalizar la contracción, INSPIRACIÓN PROFUNDA de nuevo
CONTRACCIONES DOLOROSAS (tercer nivel de dolor): Cuando llegues a un nivel de dolor que te descontrola, te deja sin habla y ya no sirve nada de lo anterior, ya no contarás ni con el “preaviso” de llegada de las contracciones, sino que en cuanto la empieces a notar, el dolor será ya muy intenso.
En cuanto empiece la contracción, fija tu mirada en un punto, inspira SUAVEMENTE y suelta el aire en tramos, repitiéndolo tantas veces como te dure la contracción. No cojas mucho aire cada vez para que el diafragma no apriete el útero.
De nuevo, roza tu tripa suavemente mientras haces esto, y recuerda hacer una INSPIRACIÓN PROFUNDA en cuanto acabe la contracción. Entre contracciones lo único que puedes hacer es intentar descansar.
ÁNIMO!!!!!!!!!
Un detalle importante: cada vez que hablo de hacer inspiraciones, hay que hacerlas con el tórax, NUNCA con la tripa, ya que presionando el útero sentirás más dolor.
CONTRACCIONES NO DOLOROSAS: Las contracciones, hasta que no duelan, hay que enfrentarlas con distracción: busca una actividad que permita “quitarte” de la mente de las contracciones – desde ver una película, leer un libro, hacer punto de cruz… La distracción la puedes usar tanto en casa como en la clínica mientras no te duelan.
Desde el momento en que empiezas a tener contracciones cada 4 ó 5 minutos hasta el final (incluido todo el tiempo que se tenga la epidural), tienes que hacer una inspiración profunda siempre al menos AL FINAL de la contracción, ya que en ese momento el bebé recibe un poco menos de oxígeno, y así se lo compensas.
Ah!: si entran ganas de vomitar, avisa a la matrona.
CONTRACCIONES DOLOROSAS (primer nivel de dolor): Cuando empiezan a doler las contracciones, lo más efectivo es pasar a intentar la relajación, ya que cuando parte de la musculatura se relaja, el cerebro genera endorfinas, atenuando el dolor. Evidentemente no es fácil, vas a estar nerviosa, dolorida y con mucha ansiedad, o sea que te recomiendo que hagas ensayos en casa cuando tengas las contracciones de Braxton-Hicks para irte habituando a ese momento.
Importante: el sonido aumenta la percepción del dolor, por lo que en el momento en que las contracciones ya son dolorosas, hay que procurar que no se hable en la habitación mientras se están teniendo (ni la matrona!).
¿Cómo me relajo?
Cuando notas que la contracción te va a llegar, pero antes de que llegue, haz una inspiración profunda y cuando ya comience la contracción, cierras los ojos y haces una de estas técnicas de relajación:
1. Separar las rodillas, y concentrarse en relajar todo el cuerpo súper rápido, dejando caer la tripa.
2. Concentrarte en relajar sólo la cara.
3. Fijarte en el dolor, intentar darle un color y luego cambiarlo.
El día del parto, ve intentando cada una y quédate con la que mejor funcione. Si a la vez que estás haciendo la relajación te rozas muuuuy suave la tripa, estás envía otro estímulo al cerebro para que tenga que tratar dos cosas a la vez y se centre menos en el dolor.
Al finalizar la contracción, INSPIRACIÓN PROFUNDA de nuevo, y entre contracción y contracción, volver a emplear la DISTRACCIÓN.
CONTRACCIONES DOLOROSAS (segundo nivel de dolor): Cuando veas que ya no funciona la relajación, pasa a la técnica del soplido:
Igual que en el caso anterior, cuando notas que la contracción te va a llegar -pero antes de que llegue- haz una inspiración profunda y cuando ya comience la contracción, cierras los ojos, vuelves a inspirar más suavemente y sueltas el aire con un soplido.
De nuevo, a la vez que soplas, roza la tripa muy suavemente para enviar esta otra señal al cerebro.
Al finalizar la contracción, INSPIRACIÓN PROFUNDA de nuevo
CONTRACCIONES DOLOROSAS (tercer nivel de dolor): Cuando llegues a un nivel de dolor que te descontrola, te deja sin habla y ya no sirve nada de lo anterior, ya no contarás ni con el “preaviso” de llegada de las contracciones, sino que en cuanto la empieces a notar, el dolor será ya muy intenso.
En cuanto empiece la contracción, fija tu mirada en un punto, inspira SUAVEMENTE y suelta el aire en tramos, repitiéndolo tantas veces como te dure la contracción. No cojas mucho aire cada vez para que el diafragma no apriete el útero.
De nuevo, roza tu tripa suavemente mientras haces esto, y recuerda hacer una INSPIRACIÓN PROFUNDA en cuanto acabe la contracción. Entre contracciones lo único que puedes hacer es intentar descansar.
ÁNIMO!!!!!!!!!
viernes, 11 de diciembre de 2009
El Parto - Fase de Dilatación - Procedimientos al llegar al hospital
Lo primero: recuerda llevar todos los papeles que se necesitan, la bolsa con las cosas del bebé y de los dos padres y elementos de distracción para las contracciones (más adelante te lo explico).
- Enema: Al ingresar, de las primeras cosas que harán será ponerte un enema. Vale, no es agradable, pero date cuenta que el canal del parto pasa en paralelo por toda la zona del final del intestino grueso –el recto-, por lo que si lo tienes “lleno”, para empezar le estás quitando espacio al bebé en su salida –y un centímetro puede ser importante-, aparte de que, en cualquier caso, lo vaciarás en el paritorio con los pujos. Casi mejor hacerlo en el cuarto de baño tranquilamente!!!!!.
Si te van a poner la vía y no te han ofrecido el enema, avísalo, porque luego con la vía te resultará más complicado moverte.
Te cuento cómo hacer que funcione bien el enema: probablemente te lo pondrán en la cama, tumbada de lado (o de pie en el baño, depende de tus contracciones). Si estás en la cama, quédate tumbada hasta que notes que te entran ganas. En ese momento, levántate y pasea pero aguanta tres minutos desde ese momento para que funcione bien.
- Vía: En el momento en que hayas conseguido vaciar los intestinos ;o), te pondrán una vía. Dado que no puedes comer ni beber absolutamente nada, te mantendrá hidratada.
- Rotura de bolsa: Si llegas al hospital sin haber roto bolsa, te la romperán allí. La razón para romperla es que el líquido amniótico impide que el bebé termine de apoyar la cabeza y empuje, por lo que habitualmente antes de ponerte la epidural, te romperán la bolsa.
Que te rompan la bolsa, en sí, no duele, porque la bolsa no tiene terminaciones nerviosas, lo que sí puede doler es que el cuello del útero aún esté “en posterior” (quiere decir que no ha girado para ponerse en paralelo al canal del parto), y tengan que “llegar”, como en el caso de las exploraciones: eso es lo que duele. Ah! y otro detalle a tener en cuenta: en el momento en que se rompe la bolsa –por sí sola o provocado en el hospital, da igual-, las contracciones duelen más.
- Monitorización: Tan pronto estés con la vía puesta, te pondrán los monitores para ir “viendo” al bebé. No es más que un aparato con unos cables con pequeñas ventosas que te colocan en la tripa para ir captando la frecuencia de los latidos del corazón del bebé y tus contracciones. La monitorización puede ser interna o externa (es lo mismo).
Datos de la monitorización:
- Si la intensidad de las contracciones no pasa de 20, aún son flojas.
- Siempre hay un decalaje de segundos entre los números digitales y lo que refleja el papel: hay que fijarse en los números digitales de la máquina.
- Hasta 160 pulsaciones, la frecuencia cardíaca del bebé es normal.
- Si en la hoja se produce un espacio, puede que sea porque el bebé se ha movido. Espera dos o tres segundos, y en caso de que no vuelva a marcar, avisa a la matrona para que lo recoloquen.
Te recomiendo que la persona que está contigo sea quien está pendiente del monitor, ya que podrá estar más tranquilo, y que avise a la matrona si pasa algo de lo siguiente:
- Si las pulsaciones bajan de 90 / 95, suben y vuelven a bajar. Puede que no sea nada, sólo que la cabeza está bajando.
- Si las pulsaciones bajan y no suben.
- Si la línea es lineal casi durante 2 ó 3 minutos. Si esto ocurre, lo mejor es que te tumbes sobre el lado izquierdo – cojas aire – aguantes un poco el aire dentro – soples lentamente, así hasta que llegue la matrona.
- Exploración: Durante la dilatación, la matrona te va explorando para ver cómo está el cuello del útero de borrado y cuánto has dilatado. Esto no hay ninguna manera buena de decirlo: estas exploraciones, hasta que el útero se alinea con el canal de salida, son muy dolorosas.
Para saber cómo estás de avanzada, hay tres datos que lo indican:
- el estado del cuello del útero (borrado o no)
- los centímetros de dilatación ( el máximo es 10)
- la colocación de la cabeza del bebé (si está apoyado o no)
Otro detalle desagradable: Si el cuello del útero no se está borrando por igual, puede que te quede un “reborde” que la matrona te ayuda a aflojar masajeándote el cuello del útero – esto es dolorosísimo. Lo único que se puede hacer es toser en el momento en que te introduce los dedos (relajas el músculo y duele menos), y hacer respiraciones en dos tiempos (dos dentro - dos fuera – dos dentro – dos fuera...).
- Goteo de Oxitocina: La oxitocina es una hormona que segrega nuestro propio cuerpo y genera las contracciones del útero, y puede pasar que el médico decida ponerte oxitocina sintética por vía intravenosa por alguna de estas razones:
- Para inducir el parto: Puede ser porque hayas roto la bolsa pero no estés teniendo contracciones, o porque ha llegado la semana 41 y no te has puesto de parto, o en general porque el médico considere que haya que producir el parto por cualquier riesgo.
- Para aumentar las contracciones y estimular el parto: Puede ocurrir que lleves muchas horas y las contracciones no están produciendo suficiente dilatación o en general, el médico prevea que el parto no se va a producir en un plazo de tiempo seguro para el bebé y para ti.
No es un analgésico, o sea que no vas a notar limitación de movimiento -puedes moverte-, lo que va a hacer es provocar contracciones. Hay un mito que es que las contracciones con oxitocina sintética son más dolorosas, aunque parece ser que no es cierto, simplemente que comienzan bruscamente las contracciones más fuerte en vez de hacerlo progresivamente, pero duelen igual que si las estuviera provocando tu propio cuerpo.
El momento en que sí son más dolorosas las contracciones -como he comentado más arriba- es después de romper aguas, porque al tener las contracciones "en seco", duelen más.
- Enema: Al ingresar, de las primeras cosas que harán será ponerte un enema. Vale, no es agradable, pero date cuenta que el canal del parto pasa en paralelo por toda la zona del final del intestino grueso –el recto-, por lo que si lo tienes “lleno”, para empezar le estás quitando espacio al bebé en su salida –y un centímetro puede ser importante-, aparte de que, en cualquier caso, lo vaciarás en el paritorio con los pujos. Casi mejor hacerlo en el cuarto de baño tranquilamente!!!!!.
Si te van a poner la vía y no te han ofrecido el enema, avísalo, porque luego con la vía te resultará más complicado moverte.
Te cuento cómo hacer que funcione bien el enema: probablemente te lo pondrán en la cama, tumbada de lado (o de pie en el baño, depende de tus contracciones). Si estás en la cama, quédate tumbada hasta que notes que te entran ganas. En ese momento, levántate y pasea pero aguanta tres minutos desde ese momento para que funcione bien.
- Vía: En el momento en que hayas conseguido vaciar los intestinos ;o), te pondrán una vía. Dado que no puedes comer ni beber absolutamente nada, te mantendrá hidratada.
- Rotura de bolsa: Si llegas al hospital sin haber roto bolsa, te la romperán allí. La razón para romperla es que el líquido amniótico impide que el bebé termine de apoyar la cabeza y empuje, por lo que habitualmente antes de ponerte la epidural, te romperán la bolsa.
Que te rompan la bolsa, en sí, no duele, porque la bolsa no tiene terminaciones nerviosas, lo que sí puede doler es que el cuello del útero aún esté “en posterior” (quiere decir que no ha girado para ponerse en paralelo al canal del parto), y tengan que “llegar”, como en el caso de las exploraciones: eso es lo que duele. Ah! y otro detalle a tener en cuenta: en el momento en que se rompe la bolsa –por sí sola o provocado en el hospital, da igual-, las contracciones duelen más.
- Monitorización: Tan pronto estés con la vía puesta, te pondrán los monitores para ir “viendo” al bebé. No es más que un aparato con unos cables con pequeñas ventosas que te colocan en la tripa para ir captando la frecuencia de los latidos del corazón del bebé y tus contracciones. La monitorización puede ser interna o externa (es lo mismo).
Datos de la monitorización:
- Si la intensidad de las contracciones no pasa de 20, aún son flojas.
- Siempre hay un decalaje de segundos entre los números digitales y lo que refleja el papel: hay que fijarse en los números digitales de la máquina.
- Hasta 160 pulsaciones, la frecuencia cardíaca del bebé es normal.
- Si en la hoja se produce un espacio, puede que sea porque el bebé se ha movido. Espera dos o tres segundos, y en caso de que no vuelva a marcar, avisa a la matrona para que lo recoloquen.
Te recomiendo que la persona que está contigo sea quien está pendiente del monitor, ya que podrá estar más tranquilo, y que avise a la matrona si pasa algo de lo siguiente:
- Si las pulsaciones bajan de 90 / 95, suben y vuelven a bajar. Puede que no sea nada, sólo que la cabeza está bajando.
- Si las pulsaciones bajan y no suben.
- Si la línea es lineal casi durante 2 ó 3 minutos. Si esto ocurre, lo mejor es que te tumbes sobre el lado izquierdo – cojas aire – aguantes un poco el aire dentro – soples lentamente, así hasta que llegue la matrona.
- Exploración: Durante la dilatación, la matrona te va explorando para ver cómo está el cuello del útero de borrado y cuánto has dilatado. Esto no hay ninguna manera buena de decirlo: estas exploraciones, hasta que el útero se alinea con el canal de salida, son muy dolorosas.
Para saber cómo estás de avanzada, hay tres datos que lo indican:
- el estado del cuello del útero (borrado o no)
- los centímetros de dilatación ( el máximo es 10)
- la colocación de la cabeza del bebé (si está apoyado o no)
Otro detalle desagradable: Si el cuello del útero no se está borrando por igual, puede que te quede un “reborde” que la matrona te ayuda a aflojar masajeándote el cuello del útero – esto es dolorosísimo. Lo único que se puede hacer es toser en el momento en que te introduce los dedos (relajas el músculo y duele menos), y hacer respiraciones en dos tiempos (dos dentro - dos fuera – dos dentro – dos fuera...).
- Goteo de Oxitocina: La oxitocina es una hormona que segrega nuestro propio cuerpo y genera las contracciones del útero, y puede pasar que el médico decida ponerte oxitocina sintética por vía intravenosa por alguna de estas razones:
- Para inducir el parto: Puede ser porque hayas roto la bolsa pero no estés teniendo contracciones, o porque ha llegado la semana 41 y no te has puesto de parto, o en general porque el médico considere que haya que producir el parto por cualquier riesgo.
- Para aumentar las contracciones y estimular el parto: Puede ocurrir que lleves muchas horas y las contracciones no están produciendo suficiente dilatación o en general, el médico prevea que el parto no se va a producir en un plazo de tiempo seguro para el bebé y para ti.
No es un analgésico, o sea que no vas a notar limitación de movimiento -puedes moverte-, lo que va a hacer es provocar contracciones. Hay un mito que es que las contracciones con oxitocina sintética son más dolorosas, aunque parece ser que no es cierto, simplemente que comienzan bruscamente las contracciones más fuerte en vez de hacerlo progresivamente, pero duelen igual que si las estuviera provocando tu propio cuerpo.
El momento en que sí son más dolorosas las contracciones -como he comentado más arriba- es después de romper aguas, porque al tener las contracciones "en seco", duelen más.
El Parto - Fase de Dilatación - Sangrar y romper bolsa: razones para ir a la clínica
1. Sangrar: Se considera "sangrar" cuando manchas una compresa de rojo, abundante como una regla. Esto puede significar que estás dilatando, y el cuello al abrirse sangra, o que se está desprendiendo algo de placenta. Eso sí es causa para ir a la clínica.
Se puede confundir cuando pierdes el tapón mucoso (que a menudo no te enteras que lo has perdido), que puede parecer un flujo espeso con hilitos de sangre. En principio, no es causa para irse a la clínica ya que esto por sí sólo no significa que estés de parto –puede que te pongas de parto ese día o semanas después-. También se puede perder un poco de sangre después de una exploración (tu gine te lo avisará), y no es motivo de alarma.
2. Fisura / rotura de bolsa: Tanto si es rotura parcial o total, hay que ir al hospital (estadísticamente, por alguna razón se rompe aguas sobre todo por la noche). Tienes que fijarte en lo siguiente –porque te lo preguntará la matrona-:
- El Color del líquido: puede ser limpio (no es totalmente transparente sino blanquecino y hasta sonrosado) o teñido (en este caso es color oliva).
- Cantidad: Puede ser sólo una fisura, en cuyo caso lo que notarás es una sensación de humedad. Para comprobar que es una fisura:
1. Límpiate bien con un kleenex y ponte ropa interior seca
2. Dobla otro kleenex y ponlo sobre las braguitas a modo de compresa
3. Anda durante 4 ó 5 minutos tosiendo
Si en el kleenex en ese momento hay más que unas gotas de líquido, puede que sí haya una fisura. En caso de duda, túmbate un rato y repite la comprobación para estar segura.
O puede ser rotura de bolsa (romper aguas), y lo notarás porque se pierde como un litro de líquido, y suele ocurrir a partir de la semana 36.
¿Qué haces si verificas que hay una fisura en la bolsa?:
- Si el líquido es limpio, te vas al hospital pero con tranquilidad: puedes ducharte, recoger, esperar a que te vengan a buscar...
- Si el líquido está teñido (es color oliva), significa que tiene algo de meconio – no significa que el bebé esté teniendo sufrimiento, aunque sí puede que suponga una mínima pérdida de oxígeno por el mecanismo del cuerpo, que redirecciona el oxígeno para que llegue a sus órganos vitales, por ello llega menos al intestino y esto hace que el intestino se mueva y suelte meconio. De nuevo, te vas al hospital para que vean cómo está el bebé pero no hay que alarmarse.
¿Qué haces si has roto aguas?:
En el caso de ser rotura, te limpias, te vistes y te tumbas inmediatamente – en un porcentaje mínimo de ocasiones, el cordón está por delante de la cabeza, y al estar la bolsa rota el efecto de la gravedad hace que lo presione, por eso mejor evitarlo poniéndote en horizontal-. Que tu pareja prepare todo lo necesario y os vais directamente al hospital, evitando que pase más de una hora entre la rotura de la bolsa y la llegada al hospital. En el momento en que la bolsa está rota, el bebé ya no está “aislado” y por tanto deja de estar protegido de infecciones, por eso la rotura de bolsa implica ir al hospital para que le monitoricen y para que, si es necesario, te den antibióticos “preventivos”.
Si al llegar al hospital estás sin contracciones, probablemente te pondrán goteo. Si el cuello está totalmente cerrado, te ingresan pero te hacen esperar unas horas, dándote antibióticos para evitar infecciones. Con la bolsa rota se puede esperar entre 12 y 24 horas hasta que salga el bebé.
En el momento en que vayas a irte al hospital, recuerda coger la bolsa con las cosas del peque, la tuya, la de tu pareja y la documentación!!.
Se puede confundir cuando pierdes el tapón mucoso (que a menudo no te enteras que lo has perdido), que puede parecer un flujo espeso con hilitos de sangre. En principio, no es causa para irse a la clínica ya que esto por sí sólo no significa que estés de parto –puede que te pongas de parto ese día o semanas después-. También se puede perder un poco de sangre después de una exploración (tu gine te lo avisará), y no es motivo de alarma.
2. Fisura / rotura de bolsa: Tanto si es rotura parcial o total, hay que ir al hospital (estadísticamente, por alguna razón se rompe aguas sobre todo por la noche). Tienes que fijarte en lo siguiente –porque te lo preguntará la matrona-:
- El Color del líquido: puede ser limpio (no es totalmente transparente sino blanquecino y hasta sonrosado) o teñido (en este caso es color oliva).
- Cantidad: Puede ser sólo una fisura, en cuyo caso lo que notarás es una sensación de humedad. Para comprobar que es una fisura:
1. Límpiate bien con un kleenex y ponte ropa interior seca
2. Dobla otro kleenex y ponlo sobre las braguitas a modo de compresa
3. Anda durante 4 ó 5 minutos tosiendo
Si en el kleenex en ese momento hay más que unas gotas de líquido, puede que sí haya una fisura. En caso de duda, túmbate un rato y repite la comprobación para estar segura.
O puede ser rotura de bolsa (romper aguas), y lo notarás porque se pierde como un litro de líquido, y suele ocurrir a partir de la semana 36.
¿Qué haces si verificas que hay una fisura en la bolsa?:
- Si el líquido es limpio, te vas al hospital pero con tranquilidad: puedes ducharte, recoger, esperar a que te vengan a buscar...
- Si el líquido está teñido (es color oliva), significa que tiene algo de meconio – no significa que el bebé esté teniendo sufrimiento, aunque sí puede que suponga una mínima pérdida de oxígeno por el mecanismo del cuerpo, que redirecciona el oxígeno para que llegue a sus órganos vitales, por ello llega menos al intestino y esto hace que el intestino se mueva y suelte meconio. De nuevo, te vas al hospital para que vean cómo está el bebé pero no hay que alarmarse.
¿Qué haces si has roto aguas?:
En el caso de ser rotura, te limpias, te vistes y te tumbas inmediatamente – en un porcentaje mínimo de ocasiones, el cordón está por delante de la cabeza, y al estar la bolsa rota el efecto de la gravedad hace que lo presione, por eso mejor evitarlo poniéndote en horizontal-. Que tu pareja prepare todo lo necesario y os vais directamente al hospital, evitando que pase más de una hora entre la rotura de la bolsa y la llegada al hospital. En el momento en que la bolsa está rota, el bebé ya no está “aislado” y por tanto deja de estar protegido de infecciones, por eso la rotura de bolsa implica ir al hospital para que le monitoricen y para que, si es necesario, te den antibióticos “preventivos”.
Si al llegar al hospital estás sin contracciones, probablemente te pondrán goteo. Si el cuello está totalmente cerrado, te ingresan pero te hacen esperar unas horas, dándote antibióticos para evitar infecciones. Con la bolsa rota se puede esperar entre 12 y 24 horas hasta que salga el bebé.
En el momento en que vayas a irte al hospital, recuerda coger la bolsa con las cosas del peque, la tuya, la de tu pareja y la documentación!!.
sábado, 5 de diciembre de 2009
El Parto - Fase de Dilatación - ¿Qué hago cuando creo que estoy de parto?
Si has seguido las indicaciones que te he dado en el apartado anterior, y realmente has identificado que tus contracciones son de parto, a partir de ese momento cuenta con que tienes DOS HORAS para llegar al hospital (en el caso de madres primerizas y siempre que no haya rotura de bolsa, porque en ese caso hay que irse inmediatamente). Por tanto, calcula el tiempo que necesitas para llegar al hospital, e intenta mantener la tranquilidad.
¿Qué hacer ahora?: en el momento en que tus contracciones sean cada cuatro o cinco minutos o hayas roto aguas, no puedes ni comer ni beber absolutamente nada (puedes tomar justo antes de ese momento dos cucharadas de leche condensada, ya que es antihemética –evita el vómito-).
En ese momento sigue el protocolo que te hayan indicado: o bien avisar a tu ginecólogo, a la matrona, o acudir directamente al hospital.
Las primeras preguntas de la matrona –lo único que le interesa saber por el momento- es:
- ¿Desde cuándo tienes las contracciones?: A qué hora aproximadamente fue cuando te diste cuenta que tenías contracciones regulares.
- ¿Cuánto duran? Aquí lo que quieren sabes es cuánto tiempo te dura la dura la tripa dura, no cuánto tiempo te molestan, OJO
- ¿Cuánto tiempo hay entre ellas? Para hacer el cálculo, hay que ir contando cada hora cuánto te duran.
Parece ser que está comprobado que la dilatación es más eficaz realizarla NO tumbada. Lo ideal es poder caminar, pero en su defecto, estar sentada con la espalda recta o si es necesario estar en la cama, ponerse cojines detrás de la espalda para estar lo más erguida posible.
Por tanto, mientras estés en casa midiendo tus contracciones y hasta que te vayas hacia el hospital - excepto que se haya producido rotura de bolsa-, no te tumbes. Puedes esperar sentada MUY recta (OJO sin apretar nunca la tripa) o sentada en la cama recta con las piernas en postura de flor de loto.
Si estás de pie ponte cerca de la pared; cuando llega la contracción separa los pies de la pared y apoya la cabeza en la pared sobre los brazos para que la tripa cuelgue.
Si la bolsa está rota y tienes que esperar tumbada (por ejemplo, a que se vista tu pareja para llevarte), ponte de lado, la pierna de abajo recta y la de encima doblada por la rodilla.
En el momento en que vayas a irte al hospital, recuerda coger la bolsa con las cosas del peque, la tuya, la de tu pareja y la documentación!!.
¿Qué hacer ahora?: en el momento en que tus contracciones sean cada cuatro o cinco minutos o hayas roto aguas, no puedes ni comer ni beber absolutamente nada (puedes tomar justo antes de ese momento dos cucharadas de leche condensada, ya que es antihemética –evita el vómito-).
En ese momento sigue el protocolo que te hayan indicado: o bien avisar a tu ginecólogo, a la matrona, o acudir directamente al hospital.
Las primeras preguntas de la matrona –lo único que le interesa saber por el momento- es:
- ¿Desde cuándo tienes las contracciones?: A qué hora aproximadamente fue cuando te diste cuenta que tenías contracciones regulares.
- ¿Cuánto duran? Aquí lo que quieren sabes es cuánto tiempo te dura la dura la tripa dura, no cuánto tiempo te molestan, OJO
- ¿Cuánto tiempo hay entre ellas? Para hacer el cálculo, hay que ir contando cada hora cuánto te duran.
Parece ser que está comprobado que la dilatación es más eficaz realizarla NO tumbada. Lo ideal es poder caminar, pero en su defecto, estar sentada con la espalda recta o si es necesario estar en la cama, ponerse cojines detrás de la espalda para estar lo más erguida posible.
Por tanto, mientras estés en casa midiendo tus contracciones y hasta que te vayas hacia el hospital - excepto que se haya producido rotura de bolsa-, no te tumbes. Puedes esperar sentada MUY recta (OJO sin apretar nunca la tripa) o sentada en la cama recta con las piernas en postura de flor de loto.
Si estás de pie ponte cerca de la pared; cuando llega la contracción separa los pies de la pared y apoya la cabeza en la pared sobre los brazos para que la tripa cuelgue.
Si la bolsa está rota y tienes que esperar tumbada (por ejemplo, a que se vista tu pareja para llevarte), ponte de lado, la pierna de abajo recta y la de encima doblada por la rodilla.
En el momento en que vayas a irte al hospital, recuerda coger la bolsa con las cosas del peque, la tuya, la de tu pareja y la documentación!!.
jueves, 3 de diciembre de 2009
El Parto - Fase de Dilatación - Identificar las contracciones del parto
Las partes (o fases) de las que consta el parto son:
1. Fase de dilatación
2. El expulsivo
3. La salida del bebé
4. La salida de la placenta (es a lo que se llama “alumbramiento”)
Empiezo, por tanto, por la Fase de Dilatación. Lo primero, te recuerdo lo que eran las contracciones:
Una contracción es cuando se te pone la TRIPA DURA, permanece durante unos segundos de esa manera (20, 30, 40…) y luego se relaja.
A lo largo del embarazo habrás ido sintiendo contracciones (las preparatorias del parto, llamadas de Braxton-Hicks), pero por lo general indoloras (algunas molestas, pero no un dolor que te impide respirar), y sin un ritmo regular.
MUY IMPOTANTE: El primer signo de que las contracciones que estás sintiendo son de parto es QUE TENGAN UN RITMO REGULAR, NO que duelan; puedes estar casi totalmente dilatada y que no te hayan dolido las contracciones – las contracciones se miden por frecuencia, no por dolor.
Entonces: en el momento en que empieces a notar que vas teniendo contracciones con más frecuencia que las que habías tenido hasta ahora, lo primero que hay que hacer es estar muy tranquila y empezar por asegurarte que realmente son contracciones de parto, porque puede que no lo sean. Te voy a explicar cómo lo vas a poder identificar fácilmente. Lo primero que tienes que hacer, es medir tus contracciones.
¿Cómo mides la contracción?: en el momento en que notes que la tripa se comienza a poner dura (no cuando te empieza a doler, sino cuando empieza a endurecerse), empiezas a contar los segundos, y termina cuando la tripa se haya vuelto a quedar blanda. Esa es la duración de tu contracción. En cuanto notes que la tripa está blanda de nuevo, mira el tiempo para calcular cuándo comienza la siguiente contracción. En el momento en que identifiques que llevas una hora teniendo contracciones espaciadas unos 13 a 15 minutos entre sí, puede ser que estés de parto, o puede que aún no, ahora te cuento cómo lo puedes identificar.
Tienes que vigilar:
- Primero: que el tiempo entre contracciones va disminuyendo(esto es, que cada vez son más frecuentes).
- Segundo: Que la contracción cada vez te dura más tiempo (empezarán durando aproximadamente 30 – 40 segundos y van acercándose hacia el minuto – minuto y medio).
- Que son independientes de la actividad, es decir, que no hay nada que estés haciendo en ese momento que las pueda estar provocando.
Lo primero que tienes que hacer, por tanto, es asegurar que las contracciones son independientes de la actividad que estés realizando. Para ello, en el momento en que hayas detectado que estás teniendo contracciones regulares, comienza por cambiar de actividad, durante al menos una hora a hora y media: si estabas durmiendo y has empezado a sentir las contracciones y son regulares, levántate y ponte a hacer algo, y viceversa, si estabas realizando alguna actividad y notas que tienes contracciones regulares, túmbate inmediatamente.
Lo que puede ocurrir es que:
1. Las contracciones se empiecen a espaciar: esto son los “pródromos del parto”; falsos partos que suelen ocurrir por la noche y puedes tener días seguidos.
2. Que sigan con el mismo ritmo o aumentando: entonces hay un 95% de probabilidades de que sí estés de parto.
En este segundo caso, verás que las primeras contracciones son suaves, e irán intensificándose y siendo más repetitivas.
IMPORTANTE: En el momento en que detectas que sí son contracciones de parto, te quedas en casa hasta que sean cada 4 ó 5 minutos y duren más de 35 a 40 segundos.
En el caso de madres no primerizas, cuando sean cada 8 a 10 minutos y duren más de 40 segundos.
1. Fase de dilatación
2. El expulsivo
3. La salida del bebé
4. La salida de la placenta (es a lo que se llama “alumbramiento”)
Empiezo, por tanto, por la Fase de Dilatación. Lo primero, te recuerdo lo que eran las contracciones:
Una contracción es cuando se te pone la TRIPA DURA, permanece durante unos segundos de esa manera (20, 30, 40…) y luego se relaja.
A lo largo del embarazo habrás ido sintiendo contracciones (las preparatorias del parto, llamadas de Braxton-Hicks), pero por lo general indoloras (algunas molestas, pero no un dolor que te impide respirar), y sin un ritmo regular.
MUY IMPOTANTE: El primer signo de que las contracciones que estás sintiendo son de parto es QUE TENGAN UN RITMO REGULAR, NO que duelan; puedes estar casi totalmente dilatada y que no te hayan dolido las contracciones – las contracciones se miden por frecuencia, no por dolor.
Entonces: en el momento en que empieces a notar que vas teniendo contracciones con más frecuencia que las que habías tenido hasta ahora, lo primero que hay que hacer es estar muy tranquila y empezar por asegurarte que realmente son contracciones de parto, porque puede que no lo sean. Te voy a explicar cómo lo vas a poder identificar fácilmente. Lo primero que tienes que hacer, es medir tus contracciones.
¿Cómo mides la contracción?: en el momento en que notes que la tripa se comienza a poner dura (no cuando te empieza a doler, sino cuando empieza a endurecerse), empiezas a contar los segundos, y termina cuando la tripa se haya vuelto a quedar blanda. Esa es la duración de tu contracción. En cuanto notes que la tripa está blanda de nuevo, mira el tiempo para calcular cuándo comienza la siguiente contracción. En el momento en que identifiques que llevas una hora teniendo contracciones espaciadas unos 13 a 15 minutos entre sí, puede ser que estés de parto, o puede que aún no, ahora te cuento cómo lo puedes identificar.
Tienes que vigilar:
- Primero: que el tiempo entre contracciones va disminuyendo(esto es, que cada vez son más frecuentes).
- Segundo: Que la contracción cada vez te dura más tiempo (empezarán durando aproximadamente 30 – 40 segundos y van acercándose hacia el minuto – minuto y medio).
- Que son independientes de la actividad, es decir, que no hay nada que estés haciendo en ese momento que las pueda estar provocando.
Lo primero que tienes que hacer, por tanto, es asegurar que las contracciones son independientes de la actividad que estés realizando. Para ello, en el momento en que hayas detectado que estás teniendo contracciones regulares, comienza por cambiar de actividad, durante al menos una hora a hora y media: si estabas durmiendo y has empezado a sentir las contracciones y son regulares, levántate y ponte a hacer algo, y viceversa, si estabas realizando alguna actividad y notas que tienes contracciones regulares, túmbate inmediatamente.
Lo que puede ocurrir es que:
1. Las contracciones se empiecen a espaciar: esto son los “pródromos del parto”; falsos partos que suelen ocurrir por la noche y puedes tener días seguidos.
2. Que sigan con el mismo ritmo o aumentando: entonces hay un 95% de probabilidades de que sí estés de parto.
En este segundo caso, verás que las primeras contracciones son suaves, e irán intensificándose y siendo más repetitivas.
IMPORTANTE: En el momento en que detectas que sí son contracciones de parto, te quedas en casa hasta que sean cada 4 ó 5 minutos y duren más de 35 a 40 segundos.
En el caso de madres no primerizas, cuando sean cada 8 a 10 minutos y duren más de 40 segundos.
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