Uno de los trámites que te recomiendo dejes hecho unas cuantas semanas antes de la fecha prevista de parto, es la búsqueda del pediatra. Mientras estés en el hospital, ya verás que es una tranquilidad que todos los días pase el pediatra de planta para revisar a tu bebé de arriba abajo y decirte lo estupendo que está... (y SEGURO que pasa todos los días justo, justo, justo cuando le acabas de dar de comer y has conseguido que se quede dormidito... entonces hay que desnudarle, jalearle... ¡y luego te toca a ti volver a dormirle, claro! ¡qué risa!) y en el momento en que te vayas a casa vas a querer que con cierta frecuencia alguien te siga diciendo lo mismo, ya verás!!!!.
a. Si tienes seguro privado:
Mi consejo es que busques el pediatra que te pille más cerca de casa, incluso para ir andando, porque los dos primeros meses de vida de tu bebé te dirá que le lleves todas las semanas. Después le llevas cada quince días y a partir de los 4 meses, una vez al mes.
Yo pedí cita en dos distintos que tenía muy cerca de casa, para decidir con cuál me sentía más cómoda – no te cortes en ir a varios si lo necesitas hasta que des con uno que te dé confianza y con quien te sientas a gusto haciéndole todas las preguntas que te vengan a la cabeza-.
b. Si no tienes seguro privado:
Los centros de salud suelen tener unos pediatras estupendos (yo estoy encantada con la mía). La única pega que yo -madre primeriza- le pongo, es que tienen programadas bastantes menos revisiones que el pediatra privado.
Aun teniendo seguro privado, tienes que inscribir a tu bebé en tu centro de salud –un trámite más! =( se le inscribe en tu cartilla pero luego te mandan una tarjeta suya aparte-, porque en cualquier caso te interesa llevarle allí a que le pongan las vacunas obligatorias. Yo inscribí a mi peque como un mes después de haber nacido, y aproveché para pedir una cita de revisión para conocer a la pediatra y la enfermera antes de pasar por las “banderillas”.
Ojo!: no sé si es en todos igual, pero en mi centro de salud, cuando llamas para pedir cita con el pediatra hay que especificar si es una cita “para revisión” (sólo las que ellos tienen marcadas oficialmente: al mes, a los dos meses, a los cuatro...) o “para consulta”. Lo hacen así para intentar no mezclar los niños que van por que están malitos de los que tienen que ir porque les corresponde una revisión, o unas vacunas.
También hay que distinguir la cita con el pediatra y con la enfermera, porque el primero es el que hace las revisiones médicas y a quien acudes si el bebé está malo, pero la enfermera será quien abra la cartilla de vacunación, quien le vacune, haga seguimiento detallado de altura y peso, etc. Cuando vayas a la revisión de los dos, cuatro y seis meses, hay que pedir cita separada tanto con el pediatra como con la enfermera, acuérdate!.
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